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Voto de TOM REGAN:
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Comedia
Rupert Pupkin es un cómico obsesionado con la fama y convertirse en el mejor en su campo. Un día Rupert conoce a su ídolo, Jerry Langford, y le suplica la oportunidad de aparecer en su show, pero éste se la niega. Sin embargo Pupkin no cejará en su empeño, acosando a Jerry para intentar poder conseguir sus propósitos y, con ayuda de su amiga Masha, usará un método contundente para poder obtener sus minutos de celebridad. (FILMAFFINITY)
12 de septiembre de 2017
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
190/26(31/08/17) Divertida sátira irreverente sobre el mundo del espectáculo que le sirve al maestro Martin Scorsese para radiografiar con envenenado bisturí el lado oscuro de “El Sueño Americano”. El guión de Paul D. Zimmerman se inspiró en un programa de David Susskind sobre cazadores de autógrafos y en un artículo de Esquire sobre un fanático seguidor de Johnny Carson. Después de que “Raging Bull” (1980) se completara, Scorsese pensó en retirarse de largometrajes para hacer documentales porque se sentía "insatisfecho" y no había encontrado "paz interior" todavía. Sin embargo, él estaba dispuesto a hacer un proyecto con el que estaba obsesionado, “La Última Tentación de Cristo”, y quería a De Niro para encarnar a Jesucristo, pero el actor no estaba interesado y prefería su próxima colaboración fuera una comedia. Había comprado los derechos de un guión del crítico de cine Paul D. Zimmerman. Michael Cimino se propuso por primera vez como director, pero finalmente se retiró del proyecto debido a la ampliación de la producción de “La Puerta del Cielo”. Scorsese ponderó si podría enfrentar el rodaje de otra película, sobre todo con una huelga que se avecina por el gremio de escritores de América. El productor Arnon Milchan sabía podía hacer el proyecto lejos de la interferencia de Hollywood filmando totalmente en Nueva York y entregarlo a tiempo con participación de una compañía de cine más pequeña. De Niro se preparó para el papel de Rupert Pupkin desarrollando una técnica de "inversión de roles", consistente en perseguir a sus propios cazadores de autógrafos, acosándolos y haciéndoles muchas preguntas. Como recordaba Scorsese, incluso estuvo de acuerdo en reunirse y hablar con uno de sus acosadores de mucho tiempo. Scorsese se dio cuenta del guión de Zimmerman después de que fue traído a él por Robert De Niro en 1974, rechazó el proyecto citando no sentía conexión personal con él, De Niro sentía alienación creciente por su estatus de celebridad, insistiendo al director con motivaciones como que podría hacerse "muy rápido" y que sería una "película de Nueva York", la insistencia del actor dio sus frutos y el realizador italoamericano se metió en el proyecto. Un punzante estudio de la obsesión por la fama, del embrujo por ser famoso, todo llevado al extremo, sirve para hacer burla del mundo del famoseo, de los groupies fanáticos, sobre las celebrities, sobre la prostitución de los medios de comunicación. La quinta colaboración entre Martin Scorsese y Robert De Niro fue un fracaso, quizás por las altas expectativas de la anterior cinta de la dupla, “Ranging Bull”. Paul D Zimmerman ganó el BAFTA 1984 Premio de la película para el mejor guión original, en 2017 se clasificó en la lista de la BBC "Las 100 mejores comedias de todos los tiempos".
Mordaz crítica a las obsesiones patológicas (atemporales) que derivan de la televisión, ya desde la primera secuencia queda patente esta, con una jauría de gente rodeando al famoso, acosándolo histéricos, arrollándolo, asfixiándolo, teniendo dos vertientes de estos fanáticos mitómanos, los enamorados de una figura idealizada (Marsha), y los que desean ser ellos (Pupkin), el culto a las celebrities como elemento alienador dela personalidad (que se lo digan al asesino de John Lennon). Esto Scorsese lo desarrolla a ritmo de thriller, con agilidad, mezclando dramatismo con comedia, con mucho humor negro, con situaciones de incomodidad que mana del obtuso carácter del protagonista, en lo que es una reflexión enfermiza sobre los sueños, sobre cómo esto puede llegar a trastornar al convertirse en una obsesión que deriva en único fin, sin él el vacío, solo demuestra una sociedad vacua, superficial y amoral. Asimismo hay espacio para arremeter contra el artificioso microuniverso televisivo, donde todo acontecimiento, incluso malévolo o escandaloso es susceptible de hacerte famoso, lo cual habla muy mal de la sociedad como masa que lo omnívora, la fama es el fin, los medios son todos válidos, eso viene a decirnos Scorsese, en un mensaje bastante deprimente acerca de nuestra decadente sociedad fagocitadora. Esto lo expone el realizador mediante una evolución de escenas que exponen con solidez un estado de ánimo enrarecido, ello en un increscendo dramático que sufre una catarsis, para desembocar en un tramo final incisivo que da sentido a toda la trama, potenciada con un epílogo mordaz que pone a la sociedad contra el paredón.
Todo fluye a través de la mirada del perdedor protagonista Rupert Pupkin, personaje complejo, ingenuo, delirante, entrañable, insistente, incomprendido, infantil, idealista, áspero, perturbado mental que mezcla realidad con fantasía, creando su propio retorcido universo, donde él es el famoso, expresado de modo genial cuando está en la habitación de su casa con recortes de siluetas de cartón de Liza Minelli y Jerry Langdon, ello enmarcado en un falso escenario donde es entrevistado. Tipo de apariencia inofensiva, pero por su tozudez lo hace una bomba de relojería a punto de estallar, con la máxima que remarca "...prefiero ser rey por un día que bufón toda una vida....". Conmueve oír el monólogo en el que queda la duda de si fabula o en realidad lo que cuenta es su vida (sus traumas infantiles, frustraciones, fantasmas del pasado,…), haciendo aún más ambiguo al personaje. Hay evidentes paralelismo entre el Travis Bickle de “Taxi Driver” (1976) con el Rupert Pupkin de “El Rey de la Comedia”, reconocido por el propio Scorsese, los dos personajes encarnados por Robert De Niro, y es que los dos son seres solitarios, aislados de la realidad, desquiciados, obsesivos, tipos con problemas para relacionarse con mujeres (epítome la cita de Bickle en un cine porno y la de Pupkin yendo a la casa de Jerry), los dos criminales en potencia que sus delirios de grandeza no dudan en cruzar la línea criminal para poder asir sus sueños, y además los dos se topan con resultados alambicadamente exitosos en sus desempeños… (sigue en spoiler)
Mordaz crítica a las obsesiones patológicas (atemporales) que derivan de la televisión, ya desde la primera secuencia queda patente esta, con una jauría de gente rodeando al famoso, acosándolo histéricos, arrollándolo, asfixiándolo, teniendo dos vertientes de estos fanáticos mitómanos, los enamorados de una figura idealizada (Marsha), y los que desean ser ellos (Pupkin), el culto a las celebrities como elemento alienador dela personalidad (que se lo digan al asesino de John Lennon). Esto Scorsese lo desarrolla a ritmo de thriller, con agilidad, mezclando dramatismo con comedia, con mucho humor negro, con situaciones de incomodidad que mana del obtuso carácter del protagonista, en lo que es una reflexión enfermiza sobre los sueños, sobre cómo esto puede llegar a trastornar al convertirse en una obsesión que deriva en único fin, sin él el vacío, solo demuestra una sociedad vacua, superficial y amoral. Asimismo hay espacio para arremeter contra el artificioso microuniverso televisivo, donde todo acontecimiento, incluso malévolo o escandaloso es susceptible de hacerte famoso, lo cual habla muy mal de la sociedad como masa que lo omnívora, la fama es el fin, los medios son todos válidos, eso viene a decirnos Scorsese, en un mensaje bastante deprimente acerca de nuestra decadente sociedad fagocitadora. Esto lo expone el realizador mediante una evolución de escenas que exponen con solidez un estado de ánimo enrarecido, ello en un increscendo dramático que sufre una catarsis, para desembocar en un tramo final incisivo que da sentido a toda la trama, potenciada con un epílogo mordaz que pone a la sociedad contra el paredón.
Todo fluye a través de la mirada del perdedor protagonista Rupert Pupkin, personaje complejo, ingenuo, delirante, entrañable, insistente, incomprendido, infantil, idealista, áspero, perturbado mental que mezcla realidad con fantasía, creando su propio retorcido universo, donde él es el famoso, expresado de modo genial cuando está en la habitación de su casa con recortes de siluetas de cartón de Liza Minelli y Jerry Langdon, ello enmarcado en un falso escenario donde es entrevistado. Tipo de apariencia inofensiva, pero por su tozudez lo hace una bomba de relojería a punto de estallar, con la máxima que remarca "...prefiero ser rey por un día que bufón toda una vida....". Conmueve oír el monólogo en el que queda la duda de si fabula o en realidad lo que cuenta es su vida (sus traumas infantiles, frustraciones, fantasmas del pasado,…), haciendo aún más ambiguo al personaje. Hay evidentes paralelismo entre el Travis Bickle de “Taxi Driver” (1976) con el Rupert Pupkin de “El Rey de la Comedia”, reconocido por el propio Scorsese, los dos personajes encarnados por Robert De Niro, y es que los dos son seres solitarios, aislados de la realidad, desquiciados, obsesivos, tipos con problemas para relacionarse con mujeres (epítome la cita de Bickle en un cine porno y la de Pupkin yendo a la casa de Jerry), los dos criminales en potencia que sus delirios de grandeza no dudan en cruzar la línea criminal para poder asir sus sueños, y además los dos se topan con resultados alambicadamente exitosos en sus desempeños… (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
… Robert De Niro lo encarna con fuerza, vigor, jocosidad, patetismo, pasión, se mimetiza con el pusilánime aspirante a cómico en un rol que no solo se asemeja al mencionado Travis de “Taxi Driver”, también al Gil Renard de “Fanático” (1996), maravillosa interpretación, grimante en el modo en que rechaza un no por respuesta, sublime en el monólogo final.
Otro vértice importante del relato es la histriónica cómica Sandra Bernhard dando vida a la extrovertida Masha, enamorada locamente (literal) de Jerry Langdon, perturbada ayudada de un físico singular, de una boca infinita, de una labia e ira desbocada, una robaescenas vibrante en cada aparición, sublime en la seducción (forzada) a Jerry, al arecer parte de sus diálogos son improvisados, lo cual le otorga más frescura; Y en el centro de las obsesiones mitómanas Jerry Langdon, o sea Jerry Lewis interpretándose a sí mismo, un cómico estrella que dirige un show televisivo, lo encarna con sorprendente laconismo, contenido, mesurado, lejos de sus sobreactuaciones habituales, cumple. Johnny Carson, Fran Sinatra y Dean Martin fueron considerados para el papel del cómico con éxito antes que Jerry Lewis; Diahnne Abbott da vida a Rita, pareja de Pupkin, lo hace con energía, entonces esposa de Robert De Niro (1976-1988, divorciado).
La puesta en escena imprime ritmo y luminosidad, notable diseño de producción de Boris Leven (“Sonrisas y lágrimas”), resaltando la surrealista habitación de Pupkin, así como las oficinas de la productora, o la casa de veraneo de Jerry, filmando en Nueva York y Nueva Jersey, esto filtrado por la fotografía de Fred Schuler (“Taxi Driver” o “Arthur, el soltero de oro”), inundando de luz la mayoría de las escenas, así como excelente en la escena de seducción (forzada) de Masha a Jerry a la luz de las velas. El score música es recopilada por el productor Robbie Robertson, amalgama temas de The Pretenders, BB King, Van Morrison, Ray Charles, David Sanborn, Talking Heads, y un corte de Robertson mismo, ello mezclado con música ambiental de piano.
Momentos recordables: Pupkin en su habitación la ayuda de recortes de siluetas de Liza Minnelli y Jerry Langford se imagina aparece como invitado especial en el “Jerry Langford Show”. Pupkin entrevistándose a sí mismo de modo delirante, se imagina sorprendido trayendo a su antiguo director de escuela secundaria (Clifton High School), ahora juez de paz, propone una boda improvisada en directo en el programa entre "el rey de la comedia y su reina". Pupkin lanza un discurso acordándose de los que no confiaron en él, terminando Rupert ante un gran mural de público entusiasta. El detalle de la escena que oímos a su madre (en realidad la madre de Martin Scorsese) chillar de fondo, es un recurso que han copiado para la serie de humor “The Big Bang Theory” para la madre de Howard Wolowitz; El incidente con la señora de la calle, que al negarse Jerry a hablar por teléfono se enfada y grita “ojalá te dé un cáncer”, es algo que le ocurrió a Jerry Lewis en la vida real; La áspera visita de Rupert con Rita a la casa de campo de Jerry, cortante el modo en que Jerry intenta echarlo y Rupert se lo toma a broma. Robert De Niro empleó varios comentarios antisemitas para cabrear a Lewis durante el rodaje de la escena; La llamada de Jerry para decir a su productor que está secuestrado, con los carteles que Rupert le despliega de modo caótico; La escena de seducción de Masha a Jerry; El monólogo (de humor) cortante en el que queda la duda si lo que cuenta es real o no.
En conjunto queda una buena cinta, que sin muchas pretensiones hace pasar un buen rato dejando un buen poso en su mensaje. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2017/09/el-rey-de-lacomedia.html
Otro vértice importante del relato es la histriónica cómica Sandra Bernhard dando vida a la extrovertida Masha, enamorada locamente (literal) de Jerry Langdon, perturbada ayudada de un físico singular, de una boca infinita, de una labia e ira desbocada, una robaescenas vibrante en cada aparición, sublime en la seducción (forzada) a Jerry, al arecer parte de sus diálogos son improvisados, lo cual le otorga más frescura; Y en el centro de las obsesiones mitómanas Jerry Langdon, o sea Jerry Lewis interpretándose a sí mismo, un cómico estrella que dirige un show televisivo, lo encarna con sorprendente laconismo, contenido, mesurado, lejos de sus sobreactuaciones habituales, cumple. Johnny Carson, Fran Sinatra y Dean Martin fueron considerados para el papel del cómico con éxito antes que Jerry Lewis; Diahnne Abbott da vida a Rita, pareja de Pupkin, lo hace con energía, entonces esposa de Robert De Niro (1976-1988, divorciado).
La puesta en escena imprime ritmo y luminosidad, notable diseño de producción de Boris Leven (“Sonrisas y lágrimas”), resaltando la surrealista habitación de Pupkin, así como las oficinas de la productora, o la casa de veraneo de Jerry, filmando en Nueva York y Nueva Jersey, esto filtrado por la fotografía de Fred Schuler (“Taxi Driver” o “Arthur, el soltero de oro”), inundando de luz la mayoría de las escenas, así como excelente en la escena de seducción (forzada) de Masha a Jerry a la luz de las velas. El score música es recopilada por el productor Robbie Robertson, amalgama temas de The Pretenders, BB King, Van Morrison, Ray Charles, David Sanborn, Talking Heads, y un corte de Robertson mismo, ello mezclado con música ambiental de piano.
Momentos recordables: Pupkin en su habitación la ayuda de recortes de siluetas de Liza Minnelli y Jerry Langford se imagina aparece como invitado especial en el “Jerry Langford Show”. Pupkin entrevistándose a sí mismo de modo delirante, se imagina sorprendido trayendo a su antiguo director de escuela secundaria (Clifton High School), ahora juez de paz, propone una boda improvisada en directo en el programa entre "el rey de la comedia y su reina". Pupkin lanza un discurso acordándose de los que no confiaron en él, terminando Rupert ante un gran mural de público entusiasta. El detalle de la escena que oímos a su madre (en realidad la madre de Martin Scorsese) chillar de fondo, es un recurso que han copiado para la serie de humor “The Big Bang Theory” para la madre de Howard Wolowitz; El incidente con la señora de la calle, que al negarse Jerry a hablar por teléfono se enfada y grita “ojalá te dé un cáncer”, es algo que le ocurrió a Jerry Lewis en la vida real; La áspera visita de Rupert con Rita a la casa de campo de Jerry, cortante el modo en que Jerry intenta echarlo y Rupert se lo toma a broma. Robert De Niro empleó varios comentarios antisemitas para cabrear a Lewis durante el rodaje de la escena; La llamada de Jerry para decir a su productor que está secuestrado, con los carteles que Rupert le despliega de modo caótico; La escena de seducción de Masha a Jerry; El monólogo (de humor) cortante en el que queda la duda si lo que cuenta es real o no.
En conjunto queda una buena cinta, que sin muchas pretensiones hace pasar un buen rato dejando un buen poso en su mensaje. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2017/09/el-rey-de-lacomedia.html