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Voto de TOM REGAN:
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Drama
Biopic sobre Richard Williams, un padre inasequible que ayudó a formar a dos de las deportistas más extraordinarias de todos los tiempos, dos atletas que acabarían marcando época en el deporte del tenis. Richard tenía una visión muy clara del futuro de sus hijas, y sirviéndose de métodos arriesgados y poco convencionales, elaboró un plan que llevaría a Venus y Serena Williams de las calles de Compton, California, al olimpo del deporte, ... [+]
28 de marzo de 2022
20 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
98/31(27/03/22) Decepcionante drama deportivo, un por momentos irritante biopic hecho a mayor gloria de un tipo insoportable, como es el padre de las míticas jugadoras de tenis Venus (Saniyya Sidney) y Serena (Demi Singleton), Richard Williams, siguiendo sus comienzos hasta el segundo partido profesional de Venus con 14 años (contra precisamente nuestra Arantxa Sánchez Vicario, que para elevar el dramatismo se dice es la nº 1, cuando en realidad era la 2), acabando similar a otra película de deportes como “Rocky”, donde la victoria no edra lo importante (la cinta se olvida un tanto de Serena, a la que no vemos jugar profesionalmente). Y eso que estando detrás de la producción las mencionadas hermanas se habrán suavizado al personaje, y aun así queda un ser altivo, mesiánico, adanista, aspirante a profeta (describió su plan en un manifiesto de 78 páginas escrito antes del nacimiento de Venbus y serena). Film dirigido por Reinaldo Marcus Green y guionizado por Zach Baylin, para un relato lineal siguiendo a este tipo egocéntrico como tiene en su narcisismo planeada la vida de sus hijas antes de que nazcan, cuando deberían ser estas el eje de la historia, resultan ser muy secundarias de sus propios éxitos, colocando en el centro a este ser que canaliza y todas sus ansias visionarias sobre el futuro que van a tener sus hijas mediante una actitud marcial, con arranques de ira mediante lecciones de vida a sus vástaga que son vomitivas, y repito, esto estará limado, seguro es mucho peor, un tipo tan extravagante como para renegar de 3 millones de dólares antes del primer partido profesional de su hija (y esto no es codicia?), y si se hubiera lesionado de gravedad? Una hagiografía chirriante de un ‘ser superior’ que nunca se equivoca (puaj!), parece un tipo con tara mental, como epítome cuando se ve con una pizarra en medio del público, con una actitud prepotente, con una filosofía de vida contradictoria, pues dice que lo que quiere es por el bien de sus hijas (por cierto, el resto de las otras tres son jóvenes al fondo del marco sin carácter, aunque no es que Venus y Serena tengan demasiado), y luego se aprovecha para sacar a su costa una caravana, una casa y trabajo.
Es una cinta hecha de un modo rutinario, sin nada que te llame la atención, si acaso que los partidos de tenis resultan realistas, pero en su estiradísimo metraje (esa es otra llega a resultar con excesivos subrayados sobre la personalidad del ínclito padre. Con temas tangenciales abordados de forma liviana, como son los conflictos en su barrio con bandas de gangsta en Compton (no me creo lo que veo), las diatribas que suelta sobre el ‘demonio blanco’ (menuda caricatura facilona el rol del ejecutivo encarnado por Dylan McDermott fumando puros), este racismo que según él ha sufrido y que nunca lo vemos por parte alguna, solo a través de sus comentarios de batallitas, de hecho, a los únicos que vemos lo tratan mal son negros, y los que le ayudan todos blancos, como lo son los dos entrenadores, a los que él precisamente humilla cuando puede, incluso corrigiendo sus entrenamientos como si él supiera de este deporte, grimante! Una historia que podría haber sido una loa al espíritu de sacrificio, a la superación personal, a la fuerza de la familia, queda reducida al supuesto carisma de este insufrible tío. Y encima tengo que comulgar con ruedas de molino con lo de la gran actuación de Will Smith dando vida al inaguantable progenitor, cuando se nota a un actor imitando a otra persona con ademanes de cansado, se nota fingiendo ser quien no es, y eso que Will no es mal actor, pero aquí (a pesar que de que le han dado el Oscar [me abstendré de hacer comentarios sobre el guantazo]) está horrible, histriónico, con gestos forzados, con esos ojos que se nota le cuesta trabajo tenerlos casi cerrados, no puedo creer se alabe tanto este pésimo trabajo. Estando mucho mejor el resto de secundarios que él, como la que hace de esposa y madre Aunjanue Ellis, o los que embisten a sus trainers Tony Goldwyn (Paul cohen) y Jon Bernthal (Rick Macci), demuestran más mesura y fuerza dramática que un Smith pasado de vueltas.
La historia comienza in media res, cuando las dos jóvenes (Serena y Venus) ya se suponen son unas muy buenas jugadoras, aunque no sabemos como empezaron a jugar, o porque el padre tiene certeza en que son excelentes, cuando esto sería midiéndose a otras jugadoras, pero lo es y punto. Vemos de modo bastante inverosímil como entra un Don nadie como Richard en contacto con grandes entrenadores que incluso puede llegar a interrumpir un entrenamiento de Pete Sampras y John McEnroe, como si fuera lo más normal del mundo. Vemos como los conflictos que surgen se resuelven de modo superficial. Ejemplo es que no tiene pista para jugar porque tiene problemas con una banda de delincuentes, pues a la siguiente están con un gran entrenador. Se suma un sentimentalismo barato buscando la emoción simplona.
Richard Williams es un manipulador, controlador, que se hace siempre la víctima. Comenzamos con él entregando folletos sobre sus hijas para que la apadrinen financieramente empresarios del deporte sin haberlas visto jugar, y esto se supone que es ceguera de los que se niegan a hacerlo, venga ya! LO vemos como un tipo estajanovista, capaz de soportar palizas por sus hijas (aunque más bien parece un tonto masoquista que disfruta siendo apalizado); Vemos a Venus entrenar con Paul Cohen y el padre para los mismos para corregir al que sabe, yo habría mandado al padre a tomar por saco, menudo engreído!; Tres cuartos de lo mismo con Rick Macci, al que no hace caso en cómo llevar su carrera de tenis, se cree más listo que nadie;... (sigo en spoiler)
Es una cinta hecha de un modo rutinario, sin nada que te llame la atención, si acaso que los partidos de tenis resultan realistas, pero en su estiradísimo metraje (esa es otra llega a resultar con excesivos subrayados sobre la personalidad del ínclito padre. Con temas tangenciales abordados de forma liviana, como son los conflictos en su barrio con bandas de gangsta en Compton (no me creo lo que veo), las diatribas que suelta sobre el ‘demonio blanco’ (menuda caricatura facilona el rol del ejecutivo encarnado por Dylan McDermott fumando puros), este racismo que según él ha sufrido y que nunca lo vemos por parte alguna, solo a través de sus comentarios de batallitas, de hecho, a los únicos que vemos lo tratan mal son negros, y los que le ayudan todos blancos, como lo son los dos entrenadores, a los que él precisamente humilla cuando puede, incluso corrigiendo sus entrenamientos como si él supiera de este deporte, grimante! Una historia que podría haber sido una loa al espíritu de sacrificio, a la superación personal, a la fuerza de la familia, queda reducida al supuesto carisma de este insufrible tío. Y encima tengo que comulgar con ruedas de molino con lo de la gran actuación de Will Smith dando vida al inaguantable progenitor, cuando se nota a un actor imitando a otra persona con ademanes de cansado, se nota fingiendo ser quien no es, y eso que Will no es mal actor, pero aquí (a pesar que de que le han dado el Oscar [me abstendré de hacer comentarios sobre el guantazo]) está horrible, histriónico, con gestos forzados, con esos ojos que se nota le cuesta trabajo tenerlos casi cerrados, no puedo creer se alabe tanto este pésimo trabajo. Estando mucho mejor el resto de secundarios que él, como la que hace de esposa y madre Aunjanue Ellis, o los que embisten a sus trainers Tony Goldwyn (Paul cohen) y Jon Bernthal (Rick Macci), demuestran más mesura y fuerza dramática que un Smith pasado de vueltas.
La historia comienza in media res, cuando las dos jóvenes (Serena y Venus) ya se suponen son unas muy buenas jugadoras, aunque no sabemos como empezaron a jugar, o porque el padre tiene certeza en que son excelentes, cuando esto sería midiéndose a otras jugadoras, pero lo es y punto. Vemos de modo bastante inverosímil como entra un Don nadie como Richard en contacto con grandes entrenadores que incluso puede llegar a interrumpir un entrenamiento de Pete Sampras y John McEnroe, como si fuera lo más normal del mundo. Vemos como los conflictos que surgen se resuelven de modo superficial. Ejemplo es que no tiene pista para jugar porque tiene problemas con una banda de delincuentes, pues a la siguiente están con un gran entrenador. Se suma un sentimentalismo barato buscando la emoción simplona.
Richard Williams es un manipulador, controlador, que se hace siempre la víctima. Comenzamos con él entregando folletos sobre sus hijas para que la apadrinen financieramente empresarios del deporte sin haberlas visto jugar, y esto se supone que es ceguera de los que se niegan a hacerlo, venga ya! LO vemos como un tipo estajanovista, capaz de soportar palizas por sus hijas (aunque más bien parece un tonto masoquista que disfruta siendo apalizado); Vemos a Venus entrenar con Paul Cohen y el padre para los mismos para corregir al que sabe, yo habría mandado al padre a tomar por saco, menudo engreído!; Tres cuartos de lo mismo con Rick Macci, al que no hace caso en cómo llevar su carrera de tenis, se cree más listo que nadie;... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
...Hay una entrevista a Venus por tv que el padre interrumpe en su afán metomentodo para dirigir lo que el periodista debe o no repreguntar, ello con la peregrina excusa de que es una niña, pues entonces no la pongas delante de la tv!; Ser Superior este que desprecia la opinión de su madre, por mucho que nos cuelen una supuesta escena de tensión de discusión entre ambos en la cocina, esto me queda impostado con cómo sigue el relato, su egoísmo lo lleva creerse el ombligo del mundo, un Elegido Divino (puaj!). Cuantos padres no habrán pensado que tenían al nuevo Messi o C. Ronaldo?; Además, nunca se introspecciona al protagonista, es como es y punto, un tipo de una sola nota, sin complejidades, plano como un folio, sin dilemas morales, sin dudas, siempre hace lo que quiere y es lo que hay. Con discurso rimbombantes reiterativos sobre que serán las mejores del mundo mundial y que tendrán la mejor casa del universo; Las niñas Venus y Serena son algo marginal, apenas sabemos nada de ellas, de sus aspiraciones a parte de la altivez heredada e inyectada por su padre (la humildad ni está, ni se le espera) sobre que ganarán a todas, y que ellas serán la ídolos de las demás, y que ellas solo se fijan en ellas (puaj!).
Para la coda queda que la ‘villana’ del film resulta ser Arantxa Sánchez Vicario, pues es el partido clímax contra Venus en el primer campeonato profesional de la segunda, donde nos hacen ver que es una tenista artera utilizando la excusa de ir al baño en medio de un partido para romper el ritmo del buen juego de la Venus, y dicen está más de 8 minutos, y yo me creo esto. De hecho no he podido confirmar esto sucediera, más bien parece una licencia dramática, como lo es ver a Arantxa romper raquetas iracunda, grimante tengan que caricaturizar a la buena de la tenista barcelonesa para elevar a heroína a la Venus, flaco favor le hacen cayendo tan bajo.
Oda a un tipo tóxico y alienante (además de unos valores de film mediocres). Fuerza y honor!!!
Para la coda queda que la ‘villana’ del film resulta ser Arantxa Sánchez Vicario, pues es el partido clímax contra Venus en el primer campeonato profesional de la segunda, donde nos hacen ver que es una tenista artera utilizando la excusa de ir al baño en medio de un partido para romper el ritmo del buen juego de la Venus, y dicen está más de 8 minutos, y yo me creo esto. De hecho no he podido confirmar esto sucediera, más bien parece una licencia dramática, como lo es ver a Arantxa romper raquetas iracunda, grimante tengan que caricaturizar a la buena de la tenista barcelonesa para elevar a heroína a la Venus, flaco favor le hacen cayendo tan bajo.
Oda a un tipo tóxico y alienante (además de unos valores de film mediocres). Fuerza y honor!!!