35/17(20/02/12) Thriller galo entretenido y trepidante, pero no más, resulta bastante superficial, pero como tampoco busca algo más que ser un pasatiempo ameno se ve con agrado y despierta simpatía, lo de su corto metraje es todo un acierto en estos tiempos en que no se estila la sintesis. Es la segunda dirección en un largo de Fred Cavayé y se repite en varios elementos, como en la primera encierra a una mujer y debe ser su desesperado marido el que haga todo lo posible por liberarla, el concepto del tipo normal que puesto en una situación límite saca al héroe que todos llevamos dentro. Aquí Nadia (correcta Elena Anaya), que está embarazada de siete meses es secuestrada para forzar a su marido, Samuel (correcto Gilles Lellouche), celador de un hospital parisino, a sacar del mismo a un herido, Hugo Sartet (buen Roschdy Zem), custodiado por la poli, con lo que se verá implicado en una trama de corrupción policial en la que su mejor aliado será un anti-héroe. Con esta premisa se desarrolla un frenético film de acción que no da respiro, las persecuciones se suceden una tras de otra, destacando la que tiene como centro el metro, eso sí, con algunos agujeros en el guión que su adrenalitico ritmo narrativo intentan ocultar. Sobresale en la actuación un carismático Roschdy Zem componiendo a un frío criminal, irradia empatía y un fuerte carácter. El resto de personajes cumple el trámite sin poder de emocionar el protagonista, resultan bastante superficiales. Señalar que el epilogo me chirría bastante, está metido con calzador. Thriller con el que pasaras un buen ratito, te dejará un buen sabor de boca y olvidaras pronto. Fuerza y honor!!!