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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Aventuras. Comedia. Drama Según el propio Fellini: film insólito, misterioso e inquietante, que adaptó a la perfección la exquisita fantasía mágica de "Poemas de un lunático", de Ermanno Cavazzoni. (FILMAFFINITY)
2 de febrero de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
20/20(27/01/20) Con motivo del centenario del nacimiento del cineasta italiano Federico Fellini el 20 de enero de 2020, me he visto este su canto del cisne (moriría 3 años después, el 31 de octubre de 1993 de un ataque cardiaco), su última realización que supuso un fracaso, tanto que ni se distribuyó en USA. Desgraciadamente me he encontrado con un film fallido y anacrónico, un producto que parece un mal refrito de ideas y obsesiones ya realizadas por Fellini. Inspirado en la novela “Il poema deilunatici” (El poema de los lunáticos) de Ermanno Cavazzoni de 1987, siendo una dramedia que mezcla lo surrealista con el realismo mágico, donde se dan cita mediante un de carrusel caótico de viñetas inconexas sobre voyeures, Michael Jackson, concursos de belleza, puertas sobrenaturales, anuncios de televisión, beatería, todo en un sentido onírico, plagado de humor sardónico con dosis (cursis) de romanticismo. No suma que el hilo conductor sea un personaje (el encarnado por un comedido Roberto Benigni) sea un carácter tan vacío de contenido, añadiéndose unos secundarios planos. Una obra que se nota vieja, propia de un director que nos se ha sabido subir a los nuevos tiempos, su oda nostálgica se nota más como un grito de socorro de alguien que se siente fuera de lugar e intenta acomodar el mundo a su ser en vez de al revés, ejemplo claro es la secuencia donde en una improvisada discoteca, con jóvenes ataviados de modo ciberpunk, el disc jockey hace sonar el ‘The Way You Make Me Feel’ de Michael Jackson, y entonces una otoñal pareja se pone a bailar un vals, ante este hecho disfuncional, los jóvenes les hacen un círculo y los observan con devoción, es lo que Fellini querría, que los jóvenes adoraran lo que él adora, pero los tiempos (para y bien y para mal) avanzan inexorablemente.

Trata temas ya vistos en la homérica “La Dolce Vita”, pero filtrados e modo tosco y demasiado cándido en su visión de la sociedad moderna, su tratamiento de los medios de comunicación, de las fiestas, de la política resulta macilento. Su modo de enfocar la cultura popular resulta casposa, su vena crítica y mordaz en sus films de décadas atrás aquí vira pellizco de ursulina, sus excesos surrealistas se tornan en bufas payasadas. La película deambula desorientada en busca de una cohesión que nunca encuentra, esta odisea del protagonista se convierte en acumulación de episodios poco estimulantes, donde incluso intenta hilvanar un discurso (huero) sobre el sentido de la vida, y es que es un quiero y no puedo. Solo tiene el interés para buen cinéfilo de ser el fin de una exitosa carrera de uno de los grandes del Séptimo Arte, pero que hacia lustros que dejo ser genial en la gran pantalla.

En la novela en la que se basa libremente la película, Fellini reconoció un proyecto abandonado sobre la filmación del mundo natural: "el suelo, las estaciones, el sol y la lluvia, el día y la noche. Le gusta idea de que por la noche el agua en el pozo es despertada por la luna y comienza a emitir mensajes débiles" a quienes están preparados para escuchar. Desafortunadamente, a pocos se les permite, y menos prepararse, escuchar en el alboroto infernal de un mundo posmoderno en que comerciales de televisión y satélites sonoros ahogan la poesía, el silencio y la voz de la luna. La película recibió los Premios David di Donatello al Mejor Actor, Mejor Edición y Mejor Diseño de Producción, y nominaciones al Mejor Director, Mejor Película, Mejor Cinematografía, Mejor Música y Mejor Productor.

Es una estructura deslavazada donde seguimos a un ‘loco’ Ivo Salvini (Roberto Benigni) que tras salir del psiquiátrico se involucra en un viaje (con claros tintes de ensoñación) en busca del amor de Aldina (Nadia Ottaviani), una mujer que no le hace caso, cual Luna es inalcanzablke para él. En esta ‘aventura’ viajará mucho con un conspiranoico Gonnella (Paolo Villaggio) teniendo mucha importancia en este recorrido La Luna. Mediante eta travesía nos veremos en cementerios, fiestas, bacanales de ñoquis, concursos de belleza, discotecas, parodias de ‘La Cenicienta’, foros públicos ridículos, disturbios, fuegos artificiales, una casa temblando por el calor sexual, y hasta un secuestro de La Luna. Demostrando que ideas si había, pero la lástima es que no hay poder para imantar al espectador (o sea yo).

Fellini quiere transmitir al espectador la alegría de vivir pero esto llega atrofiado, con sub tramas poco sugestivas, demasiado esquemáticas y con un atractivo escaso.

Para ayudar a organizar el proyecto, Fellini decidió construir una ciudad en las afueras de Roma en la vía Pontina, cerca de Dinocittà, el antiguo estudio de cine del productor Dino De Laurentiis. Con el tri-oscarizado Dante Ferretti (“Gagns of New York” o “Sweeney Todd”) de diseñador artístico, construyó una iglesia, una plaza, bloques de apartamentos, tiendas y una peluquería. Lástima que todo esto sea para enmarcar una marabunta de ideas deslavazadas sin gancho alguno.

Recomendable a incondicionales de Federico Fellini. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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