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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
4
Comedia. Fantástico. Romance Un músico que lucha por abrirse camino se da cuenta de que es la única persona en el mundo capaz de recordar a los Beatles. (FILMAFFINITY)
15 de marzo de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
56/11(13/03/20) Decepcionante y muy fallida comedia romántica que parte de una premisa prometedora (que no original, pues los argentinos mariano Cohn y Gastón Duprat especularon con un tema similar en su film “Querida voy a comprar cigarrillos y vuelvo” de 2011, con su protagonista viajando al pasado y plagiando un año antes ‘Imagine’ de John Lennon), pero que en cuanto debe desarrollarla cae en lo simplón, sin hincar el diente al mucho potencial tenía que de pronto Los Beatles desaparezcan de la historia (por qué da igual, como en otra película curtisiana, “Una cuestión de tiempo”, donde una máquina del tiempo es un armario, ello por imperativo del guión) como si no hubieran existido, pero un músico intrascendente inglés recuerda todos los temas del grupo de Liverpool, pues en vez de analizar el sin fin de elementos que da esto, como el público de más de medio siglo después como puede reaccionar a las canciones de los Fab Four, todo lo reducen a un romance anodino y aburrido, donde sus personalidades resultan nulas en interés (más planos que una mesa), la Montaña pariendo un Ratón, con una historia en la que no se aborda la fama, la fagocitadora industria musical, el proceso creativo (el origen de las canciones), sobre la importancia del carisma (no solo eran los temas del cuarteto, era su personalidad marcada), no hay análisis sobre lo que fueron Los Beatles. De este canto de amor al cuarteto ‘liverpoolense’ me atrajo la dirección de Danny Boyle, un tipo transgresor, con coraje, dinámico, políticamente incorrecto, que me maravilló en “Trainspotting”, “28 días después”, “Slumdog Millionaire” y “127 horas”, y que siempre, incluso en sus peores obras deja destellos de su nervio y sentido estético singular, pero desgraciadamente aquí parece trabajar con desgana, sin querer arriesgar lo más mínimo, lo siento absorbido por lo peor del meloso guionista Richard Curtis (“Cuatro bodas y un funeral”, “Notting Hill”, o “Love actually”), que se basa en una historia propia y de Jack Barth (“Attack the block”). Film que cae en lo convencional, lo ordinario, con chistes poco graciosos, con actuaciones rutinarias, hasta desembocar en un rush final que roza la vergüenza ajena en lo cursi. Film que con el anzuelo de la nostalgia por Los Beatles atrae, pero que con el devenir del argumento hace aguas por todos lados cual barco protagonista de “La Tormenta Perfecta”. Una ñoñería vacía de contenido, tediosa, artificiosa, con secundarios caricaturescos (el amigo Rocky es un típico cliché atolondrado varias veces visto en los guiones de Curtis pegado al protagonista; la caricaturesca manager musical; Ed Sheeran parodiándose a sí mismo todo el tiempo reverenciando al protagonista hasta provocar subida de azúcar (Sheeran murmura: "Siempre me dijeron que alguien vendría y sería mejor que yo. Tú eres Mozart y yo soy Salieri");, con una historia de amor tan pretensiosa como previsible, donde nos e sabe el porqué de esa tensión amorosa entre ellos no resuelta.

El título por supuesto proviene de la canción del mismo nombre escrita por John Lennon y Paul McCartney. Los cineastas pagaron $ 10 millones por los derechos de usar la música de los Beatles; aunque ninguno de los miembros estuvo involucrado, Boyle recibió aprobación del proyecto por parte de ellos y sus familias. Fue un gran éxito comercial, recaudando $ 151 millones en todo el mundo contra un presupuesto de producción de $ 26 millones. El papel secundario de Ed Sheeran fue originalmente destinado a Chris Martin, quien lo rechazó. Para el papel principal, Patel fue seleccionado entre los muchos actores que audicionaron, con Boyle convencido de que Patel era la elección correcta después de escucharlo interpretar "Yesterday" y "Back in the URSS" durante las audiciones. Boyle sintió la voz de Patel tenía alma; Sheeran estuvo de acuerdo. Además de actuar, las canciones de los Beatles en la película son cantadas por Patel, también toca la guitarra y el piano. Ana De Armas tuvo un papel en la película, interpreto un interés amoroso de Jack, pero su aparición se eliminó cuando el público de prueba sintió a Jack se lo hacía menos comprensivo.

Dentro de la nadería en la que la película tiene en el tramo inicial sus alicientes para esperar una senda muy mejor, como cuando Jack se sienta al piano en casa de sus padres a tocar ‘Let it be’, cuando ya sabe que en este mundo paralelo no han existido Los Beatles. Intenta hacer sonar la melodía a modo de regalo a sus progenitores, pero es interrumpido una y otra vez, lo que exaspera a Jack, espetando a sus padres: "Es como si Da Vinci estuviera pintando la Mona Lisa frente a tus ojos ensangrentados!".

La película cae en simplismos infantiles, pues da por hecho que las canciones del mítico grupo serian hoy día aclamadas ipso facto, no entra en que la sociedad de los 60 no es la de hoy en la era de las redes sociales, da por descontado que hoy serian consideradas sus canciones Grandiosas de modo aséptico, sin hacer relacionar que parte de la popularidad de estos tremas proviene de que las cantaron ellos, pues no es igual que ‘My way’ la cante un Don Nadie a que la interprete Frank Sinatra. No se indaga en lo que la falta de Los Beatles hubiera supuesto, como su influencia de no haber existido habría supuesto la caída de muchas fichas de dominó artístico. Cayendo en una historia sin gracia sobre como un artista por azar consigue un estrellato exprés, pero esto no es más que un McGuffin ‘curtisiano’ para colarnos un romance soso, donde no hay intensidad alguna, donde no hay química entre la pareja, donde te da igual (por lo menos a mí) lo que les pase. Donde el cebo de las canciones beatles no puede tapar tanta escasez de inteligencia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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