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Voto de TOM REGAN:
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Western
Durante la guerra civil norteamericana (1861-1865), tres cazadores de recompensas buscan un tesoro que ninguno de ellos puede encontrar sin la ayuda de los otros dos. Así que colaboran entre sí para conseguir el botín. (FILMAFFINITY)
29 de abril de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
82/10(11/04/12) Sergio Leone hizo uno de los westerns más famosos de la historia del cine, sin duda el más popular spagueti, cinta icónica, un clásico que cerraba la llamada trilogía del dólar, posee gran calidad y que paradójicamente la mayoría de la crítica especializada la machacó, pero el tiempo la ha elevado. Leone realizó su proyecto más ambicioso con un presupuesto de un 1’6 millones de dólares, en una escena utilizó más de 1500 extras españoles. Hay un argumento nimio, tres personajes dispares, tres despiadados y amorales pistoleros, el rubio (buen Clint Eastwood), el Tuco (gran Elli Wallach) y Sentencia (buen Lee Van Cleef), por azar se ven envueltos en el objetivo de hallar un tesoro de 200000 dólares, los tres son tres depredadores que harán lo posible por quedarse con todo el botín, esto en el marco de la Guerra de Secesión americana, que sirve para hablarnos de la estupidez de los conflictos bélicos y de cómo lo que debe prevalecer es el espíritu individualista. El guión es rico en situaciones ingeniosas, escenas excelentes se suceden, la ironía, el cinismo, el humor, la violencia, la amoralidad, la avaricia son el caldo de cultivo de unos personajes muy bien dibujados. El ritmo narrativo es de gran fluidez que hace que su extenso metraje de unas tres horas no se haga tedioso, la acción nunca se estanca, la trama es un avance continuo tras el McGuffin del tesoro, donde los diálogos son escasos, dicen más las miradas y los gestos, con un uso de los escenarios prodigioso, donde la gran fotografía del gran Tonino Delli Colli ( ‘Hasta que llegó su hora’ o ‘El nombre de la rosa’), embellece los planos amplios, marca a fuego los primeros planos, sabe emitir sensación calurosa, por supuesto está el cuarto protagonista, está el Bueno, el Feo, el Malo y Morricone, la música de este amigo de la infancia de Leone es gloriosa, le sirve para rellenar silencios, es un excelente conductor de emociones, el uso de los silbidos del español Kurt Savoy es extraordinaria, su conocido tema principal, fue montado imitando el sonido de una hiena llorando, una alegoría sobre el carácter carroñero de los tres protagonistas. Te atrapa desde su inicio, en el que tardan más de diez minutos en hablar, con una gran presentación de personajes en el que su naturaleza sale a relucir de modo ostentoso, tres ambiguos antihéroes, por un lado el salvaje Tuco que irrumpe en la pantalla atravesando la ventana de un restaurante, está masticando, en una mano lleva una pata de cordero asada a medio comer y en la otra porta un revolver, se monta en un caballo y huye, la cámara vuelve al interior del local y aparecen tres cadáveres, excelente, su primitiva personalidad queda sellada, en el otro la elegancia y la flema de Sentencia se dan cita en una cantina donde con toda la calma del mundo se pone a comer mientras charla con el hombre que va a matar, y por último el Rubio, el pícaro inteligente,... (continua en spoiler sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... aparece salvando al Tuco de unos cazarecompensas, pero el Rubio también lo entrega en un pueblo. Y los tres actores bordan sus interpretaciones, Lee Van Cleef con su porte hierático, se mueve con una elegancia admirable, Eastwood en el rol que maneja a la perfección, un ser lacónico, pétreo pero que de vez en cuando da muestras de humanidad, y Elli Wallach que es el verdadero alma de la obra, un tipo arcaico, sucio, desarrapado, pero con un gran sentido del humor, es el que más tiempo está en pantalla y lo aprovecha, emitiendo un enorme carisma, de hecho es del único que sabemos algo de su vida, derivando en ser el que más simpatía despierta en el espectador. La cinta posee escenas de las que perduraran en la eternidad del Séptimo Arte, como el modo en que Tuco y el Rubio sacan dinero entregando a este último al sheriff, y mientras lo van a ahorcar el Rubio lo salva de un tiro en la soga, o el Tuco torturando de calor al Rubio por el desierto, o como en la que Tuco y el Rubio saludan alegres al ejército pensando que son confederados grises y son yankis bañados en polvo, o cuando el Tuco va a comprar un revolver a una armería, divertidísimo (todo fue improvisado por Elli Wallach), todo el tramo de la batalla del puente, o por supuesto el clímax que es el triduelo, antológicos los 5 minutos en que la cámara recorre en primeros planos rostros, manos, gestos, como se transmite la tensión, el miedo, su tono operístico alcanza niveles paroxísticos, ayudada por un montaje turbador, soberbio. La única tara que le veo son las partes que aportan nada al desarrollo del relato, Leone desea dar una profundidad que no tenían su anteriores westerns, y su crítica a la futilidad de las guerras queda bastante superficial, lo bueno es que no ralentiza el ritmo. Hay un cierto tono de comic por el tratamiento en el espacio-tiempo que se dan en ciertas ocasiones, ejemplos son la materialización de la nada del despliegue sobre el río del Ejército yanki o la aparición de improviso del gran cementerio, son elementos que deberían haber visto de muy lejos. Como curiosidad hay quien ve en ella la precuela de las dos anteriores y se basan en que al final del film el Rubio deja cambia su guardapolvo y se ciñe un poncho, poncho que llevaría en las dos pretéritas, el puente fue construido por ingenieros del ejército español, y el cementerio fue hecho por 250 soldados españoles en dos días, Quentin Tarantino afirma que esta es la mejor dirigida de la historia del cine, para el portal de internet ‘Biblia del cine Imdb es la 5ª mejor valorada, en el tráiler, Sentencia era El Feo y Tuco El Malo, lo contrario que en la película, se debió a una incorrecta traducción al inglés del título original, que tenía al malo antes que al feo. Al exhibirse el orden no se cambió, de ahí el error al referirse a los personajes. Todo un clásico recomendable a todo el mundo, donde Leone da una clase magistral de poderoso estilo visual. Fuerza y honor!!!