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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Bélico. Acción Octubre de 1993. Soldados americanos de élite son enviados a Mogadiscio (Somalia) en una misión de paz de las Naciones Unidas, pero su principal objetivo es capturar al caudillo Aidid y acabar de raíz con la guerra. La misión se complica cuando dos helicópteros Black Hawk son derribados. Entonces lo único que importa es rescatar a los soldados que han quedado atrapados o han resultado heridos en el accidente. (FILMAFFINITY)
13 de enero de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
01/01(01/01/22) Infravalorado film bélico dirigido de modo magistral por un recién salido de “Gladiator” (2000) Ridley Scott y coproducida por el creador de blockbusters Jerry Bruckheimer, todo un alarde de prodigio a la hora de proyectar un sentido bélico epidérmico, algo que solo recuerdo haberlo sentido con “Salvar al soldado Ryan”. El prodigioso guión de Ken Nolan de Ken Nolan (“The Company”), apabulla con el modo diáfano de contarlo todo (desde el contexto en el sobre impresionado de inicio, el modo de narrarnos los hechos con las cámaras de calor y nocturnas, por los monitores del alto mando, haciendo claras las estrategias cual si lo viéramos en un diorama) basándose en el libro de no ficción de 1999 del mismo nombre del periodista Mark Bowden, sobre la incursión del ejército estadounidense en 1993 en Mogadiscio. Contando con un fabuloso elenco de actores (no hay actrices, las mujeres no podían entonces servir en combate), peor ninguna con un peso sobre las otras, ninguna es una estrella para no acaparar el foco individual sobre un relato coral La película cuenta con un gran elenco, que incluye a Josh Hartnett (el m ismo año que venía de romper la taquilla con otro rol de militar USA en “Pearl Harbor; aquí es el idealista sgto. Eversman que se ‘desvirga’ en combate), Ewan McGregor (oficinista empujado al combate por la baja de un compañero), Eric Bana (un duro ranger, siempre dispuesto a la lucha para rescatar a uno de los suyos), Tom Sizemore (veterano que tiene a su mando a un puñado de pipiolos alos que ve caer uno tras otro; como anécdota, en “Salvar al Soldado Ryan” Tom Sizemore sirve en el 2º Batallón de Rangers del Ejército estadounidense, y aquí pertenece al 75 Regimiento de Rangers, unidad heredera de la anterior), William Fichtner (un profesional del combate), Sam Shepard (estoico y siempre carismático como el comandante que dirige la operación, turbadora su imagen intentando limpiar la sangre caída de un herido en el hospital de campaña), Jeremy Piven (piloto de uno de los Black Hawk caidos) y Tom Hardy en su primer papel cinematográfico. Impresionante el despliegue de medios maravillosamente empleados en pos de que el espectador se sienta inmerso en el fragor bélico, tanto como para que le rocen las balas, para que se agache para esquivar proyectiles, arrolladora.

Una lección sibarita de como rodar escenas de guerra, desde helicópteros, las calles, el mar, los Humvee, la sangre te salpica, par aun tour de forcé que (puede ser un defecto) puede terminar por hacerse extenuante. Scott nos embarca en dos horas de acción frenética, sin apenas respiros, lo más cercano que se puede estar de sentir lo que hay en medio del fragor de una contienda armamentística en una pantalla, con un ritmo desaforado una vez se desatan las hostilidades. Un relato con dosis de cine de terror, donde los rangers estadounidenses son un puñado rodeados en medio de una ciudad por cientos si no miles) de seres hostiles, cual zombis, no parecen acabarse nunca, son hordas de salvajes sedientos de sangre de estos blancos, un escenario urbano donde los niños y civiles se confunden en esta batalla.

Trata sobre un asalto del ejército de los EE. UU. , por helicópteros Black Hawk y Humvees, en un edificio en el centro de la ciudad de Mogadiscio, en África oriental. Somalia, el 3 de octubre de 1993. Fue una operación de "arrebatar y agarrar" de los Rangers del Ejército y los comandos de la Fuerza Delta para eliminar a dos figuras clave asociadas con un señor de la guerra local que estaba interfiriendo con los esfuerzos humanitarios de la ONU . El país, dominado por musulmanes sunitas, se vio desgarrado por el hambre y la guerra civil, y Mogadiscio se dividió en campos amistosos y hostiles.

Es el sinsentido de la guerra, con heridos, mutilados, muertos, cuerpos destrozados, el terror, el miedo, la desesperación, el compañerismo (como bien dice el personaje encarnado por Eric Bana: ‘Se trata de los hombres que están a tu lado. Eso es todo’, haciéndonos sentir el espíritu de camaradería representada en los Rangers con su grito de guerra, ‘Who-AH”), disparos, lanzacohetes, explosiones, caos, la barbarie del belicismo, la deshumanización. No es una película para reflexionar sobre las causas y soluciones del conflicto, en este sentido es desesperanzador, es simple y llanamente hacerte sentir dentro de la implacable Guerra, el mensaje que yo le encuentro es que la Guerra no es glamurosa. Tampoco comparto (como he leído) que esta sea una película patriotera o pro americana, ellos no están allí para invadir u ocupar el país, lo están para hacer repartir la comida de la ONU, como lo estaban otros países, y tampoco quedan muy bien los gerifaltes USA en como menosprecian al enemigo, la arrogancia de verlo inferior les hace caer en la boca del lobo, cayendo dos helicópteros (de ahí el título), con varios muertos, tampoco él tipo que secuestran e interrogan parece un pelele tonto, se muestra con sabiduría. Tampoco es que hay actos de heroísmo que mitifiquen a los americanos; Que no se nos cuente nada del enemigo (el libro de Bowden contiene pasajes desde la perspectiva somalí), no me es algo racista, eran negros, que se le va a hacer, en Somalia viven negros, en China amarillos y en Noruega blancos. Que parezcan zombis es solo (entiendo yo) porque es la visión del soldado estadounidense, es como los ve venir. Asimismo, durante un breve impasse se puede ver en una conmovedora escena a un hombre mayor llevando en brazos a un niño muerto, cruzando rígido por delante de los Humvee, otorgando alma y dolor a los somalíes.

Se le puede achacar que no hay desarrollo o profundización mínima de los personajes, son todos clichés, profesionales, intercambiables (quizás el único que se hace un hueco de carácter es el de Eric Bana). Con lo que es difícil empatizar o sufrir con ellos. Es una cintra para amantes del género bélico, un puro goce en este aspecto, donde los dilemas morales o sesudas moralejas quedan para otra ocasión.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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