Haz click aquí para copiar la URL
Voto de sotapacadelupiak:
7
Comedia Zohan (Adam Sandler), un peculiar y muy competente agente israelí de los servicios secretos del Mossad, finge su muerte para poder trasladarse de Israel a Nueva York y cumplir allí el sueño de su vida: convertirse en peluquero y estilista. Aunque Zohan se ha propuesto olvidar su peligrosa vida como agente de la lucha antiterrorista, pronto se da cuenta de que no es tan sencillo. (FILMAFFINITY)
16 de febrero de 2009
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cómico Adam Sandler ha protagonizado algún título interesante, como El chico ideal, Spanglish o En algún lugar de la memoria. Sin embargo, parece que se ha propuesto elevar progresivamente los niveles de falta de calidad de sus cintas. Tras la prescindible Yo os declaro marido y marido, Sandler da un paso más en argumentos disparatados con esta 'tomadura de pelo'. que se pasa de rosca 'un pelín'.

Zohan Dvir es un agente contraterrorista israelí de élite, más eficaz que James Bond; una auténtica máquina de matar, capaz de resolver las misiones más arriesgadas. Pero en realidad, sueña con dejarlo todo y reconvertirse en peluquero, a pesar de que su padre se lo toma a chirigota, pues según sus propias palabras, piensa que es una profesión para afeminados. Tras un enfrentamiento con El Fantasma, un peligroso terrorista palestino, Zohan finge su propia muerte, para poder emigrar a Estados Unidos, donde consigue trabajo en la peluquería de Dalia, una atractiva palestina con problemas económicos. Allí, Zohan se gana a las maduras clientas porque es un estilista estupendo, pero también porque (hay que verlo para creerlo) remata sus servicios ofreciendo también otro tipo de servicios, sexuales.

El punto de partida (James Bond se reconvierte en peluquero) es tan surrealista que podría haber dado lugar a una comedieta resultona. Sin embargo, lo que comienza con grandes dosis de zafiedad (Zohan en la playa deteniendo una pelota con el culo) aumenta progresivamente los niveles de grosería hasta extremos vergonzosos, a base de chistes sobre sexo, mujeres obesas, vello púbico, etc. o diálogos vergonzosos en los que Zohan, por ejemplo, elogia los atributos sexuales de las abuelillas que acuden al local. Tan graciosas deben parecerles estas bromas a Judd Apatow (Virgen a los 40) y al resto de guionistas que repiten los mismos clichés una y otra vez. Resultan especialmente de mal gusto sus golpes de humor en torno al conflicto árabe-israelí, lo que ha motivado que no se estrene en algún país árabe. Desafortunados momentos políticamente incorrectos sobre grupos terroristas, como las llamadas telefónicas de Rob Schneider a Hezbolá, dan al traste con las buenas intenciones de una de las subtramas, la historia de amor entre el protagonista israelí y la peluquera palestina, que podría haber derivado en un mensaje positivo sobre la posibilidad de alcanzar la paz.

Resulta difícil salvar algo en este despropósito tan 'casposo', del que saldrán huyendo todos aquellos que no tengan 'un pelo de tonto'. Pero salen adelante, por méritos propios, la atractiva actriz canadiense de origen marroquí Emmanuelle Chriqui -todo un descubrimiento, que en el futuro dará que hablar-, y el todoterreno John Turturro, que se merece papeles mejores que el de El Fantasma, pero que aún así logra mantener cierta dignidad contra viento y marea.
sotapacadelupiak
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow