Resulta increíble que una película tan mala y hortera como "The Warriors", paradigma del peor cine comercial de finales de los setenta/principios de los ochenta haya resultado tener tanta influencia a posteriori en el mundo del cine y sobre todo en el de los videojuegos (mismamente uno de los últimos lanzamientos para Wii, el celebrado "No more heroes", que tiene una escena con unos bateadores psicópatas igualitos a otros que salen aquí).
La película comienza con el asesinato de un líder de bandas callejeras, que es cargado injustamente a los miembros de otra banda, los cuales se las ven y se las desean para huir de la policía y de otros matones que les perseguirán durante toda la película. Todo lo que transcurre a continuación se divide entre la sandez más absoluta, la cutredad más infame y la estupidez más aberrante: un apetecible conjunto de cualidades aliñadas de manera sublime con un doblaje al español que convierte a "The Warriors" en "Los Worriers" y con la participación de algunos de los peores actores que he tenido el placer de detestar en mucho tiempo.
Alguno se preguntará entonces, porque le puse un tres y no un uno si tan deleznable es el invento. Bueno, le decidí subir un poco la nota porque la película es entretenidísima y tiene un cierto nosequé que te hace seguirla de principio a fin con gustito. Y le doy un plus por el inspiradísimo catálogo de modelitos con los que se caracterizan las diversas bandas, siendo especialmente meritorios los Mimos Malvados, los Patinadores Perversos y los Bateadores Psicópatas.
Y qué diablos, soy adicta del San Andreas, que, sin esta película, quizás no hubiese existido nunca.