Thriller sobre venganza que recuerda mucho a la notable Revenge (Coralie Fargeat, 2017), que es la segunda película de su directora tras Bare (2015), y que está protagonizada por Francesca Fisher-Eastwood (La Bóveda, Dan Bush), hija del mítico actor Clint Eastwood (El Bueno, el Feo y el Malo, 1966), y Clifton Collins Jr. (Érase Una Vez... En Hollywood, 2019).

Noelle, una estudiante de arte, es agredida por un compañero de universidad. Poco después, se enfrenta a su violador, matándolo accidentalmente. La joven trata de recuperar una cierta normalidad, pero al descubrir que en el campus hay muchas más víctimas de abusos que no se atreven a alzar la voz, decide tomarse la justicia por su cuenta. Así, la venganza se convierte en su musa.

La película se basa en un mensaje desgraciadamente muy actual y crudo, que quizás hubiera ganado enteros si se hubiera dado con más moderación y gracia, en vez de utilizarlo de una forma demasiado explícita y con poco tacto. Las actuaciones cumplen, aunque no lleguen a destacar, e incluso encontramos en la secundaria Leah McKendrick (All I Need, 2016), algún momento mediocre. Las muertes, si bien se echa en falta un poco más de sangre, resultan impactantes en algunos casos y  consiguen formar un segundo y tercer acto que entretiene sin sobresalir en ningún momento.

M. F. A. es una película con múltiples defectos, que se queda a medio camino entre varios de los géneros que la contienen, pero sobre los evidentes problemas de la cinta, estamos ante una cinta recomendable que lanza un mensaje contundente y necesario.

Nota personal 6/10