Ópera prima de su directora, la cual también a dirigido posteriormente capítulos de series como Scream (2015) o Outcast (2016), y protagonizada por Rose Leslie (Juego de Tronos) y Harry Treadaway (Mr Mercedes).

Unos jóvenes recién casados, Paul y Bea, viajan en su luna de miel a un lago remoto. Al poco tiempo de llegar, Paul encuentra a Bea desorientada y errante en mitad de la noche. Ella se va mostrando cada vez más distante y su comportamiento más peculiar. Paul comienza a sospechar que lo que le sucede a su esposa es algo más que sonambulismo.

Película muy pequeña, interpretada casi exclusivamente por sus dos protagonistas, los cuales hacen una labor más que digna, y rodada en muy pocas localizaciones muy bien aprovechadas. El argumento no innova en ningún momento, mezclando romance con una intriga que va creciendo continuamente a medida que el film avanza y que solo desvela sus cartas al final del metraje, causando desesperación (en el buen sentido) en un espectador que sabe que algo está pasando pero por mucho que la cinta de pie a especular, no tiene ni idea de que.

Esta pequeña película de 87 minutos se las arregla para con pocos elementos, mantener al espectador pegado a la pantalla, y mediante un terror que apuesta más por crear una atmósfera opresiva que por los sustos fáciles y una intriga que no cesa en ningún momento, queda en una película muy digna que cumple con creces aunque no innove ni lo pretenda.

Nota personal 7/10