Película de cocodrilos que recrea la conocida leyenda urbana de que existen caimanes en las alcantarillas, que viene a cargo del mismo que nos trajo poco después grandes films como Cujo (1983) o Los Ojos del Gato (1985), y con nombres como el del veterano Robert Forster (Jackie Brown, 1997) o la televisiva Robin Riker (No Mires Bajo la Cama, 1999).

Un cocodrilo gigante ataca Chicago. Todo comienza cuando un bebé cocodrilo penetra en el sistema cloacal de la ciudad, tras ser arrojado a un inodoro. A lo largo de los siguientes 12 años estuvo creciendo y vivendo en este ambiente, hasta que una compañía química decidió deshacerse de unas hormonas del crecimiento con las que habían estado experimentando...

Película que hace gala de una potente crítica social en que se manifiesta la corrupción y la incompetencia de las autoridades al más puro estilo de Tiburón (Steven Spielberg, 1975), cambiando el pueblo costero de esta por Chicago y el mítico tiburón por un caimán. Las actuaciones y dirección están muy correctos, aunque en el apartado del guión se pueden observar algunos elementos chirriantes como unos personajes que son puro estereotipo y algunas escenas que no se sabe el motivo de su existencia, además, los correctos efectos prácticos están muy bien para el año del film, pero son sustituidos en alguna escena por efectos digitales algo malos.

La Bestia Bajo el Asfalto, sin ser una gran película, consigue mezclar el maltratado subgénero de cocodrilos con el policíaco de forma más que correcta, para ofrecernos una propuesta que sin ser innovadora, consigue ser de las mejores películas sobre estas criaturas.

Nota personal 6/10

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