El principal atractivo de esta película consiste en ver juntos por primera vez a Anthony Hopkins y Al Pacino; obviamente al ver a estos titanes en un mismo título hace que las expectativas sean gigantescas. Lamentáblemente, quienes esperen un duelo interpretativo de antología se llevarán una gran decepción (más detalles en el spoiler).
La película nos muestra el caso de una firma de abogados liderada por Al Pacino, contra una poderosa empresa, cuyo dueño es Anthony Hopkins. Dado el hecho de ser una mega empresa, tiene el dinero de sobra para valerse de poderosos abogados que defienden sus intereses. Un joven abogado de la firma recibe una demoledora evidencia contra la empresa y decide inmiscuirse en un litigio que requiere un abogado que intimide con su mera presencia, ignorando que con ello ingresa en un laberinto que parece no tener salida, arriesgando su vida.
Si bien, el tema de juicios legales contra grandes empresas ha sido un tema recurrente del cine y series de tv, esta película tiene los ingredientes para ser mejor de lo que fue. Nos muestra una premisa atractiva y unos toques de suspenso que le permiten salvarse de la reprobación. Sin embargo, la idea es muy mal ejecutada y el filme se hace lento y tedioso, lo que le impide aprobar.
Toda una lástima, ya que con una mejor ejecución de la idea y un mejor provecho de las dos mega estrellas pudo ser mucho mejor.