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Serie de TV. Documental
La Teoría de cuerdas es un modelo fundamental de la física que básicamente afirma que todos los bloques de materia son en realidad expresiones de un objeto básico unidimensional extendido llamado "cuerda" o "filamento". De acuerdo con esta propuesta, un electrón no es un punto sin estructura interna y de dimensión cero, sino una cuerda minúscula que vibra en un espacio-tiempo de más de cuatro dimensiones... (FILMAFFINITY)
19 de septiembre de 2010
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es de matrícula de honor que un documental de unos 180 minutos pueda ilustrarle de forma gráfica casi todo el conocimiento existente sobre las grandes teorías que rigen nuestro macro y microuniverso y que además le hagan entender con total claridad la gran teoría unificadora de todas estas leyes denominada “teoría de cuerdas” o también “teoría de supercuerdas” o “teoría M”.
“El universo elegante” es una cinta presentada por el autor del mismo libro, Brian Greene, profesor de física y matemáticas en la Universidad de Columbia. Esto hace que el libro sea perfectamente compatible con el documental y viceversa. No es aconsejable la visualización íntegra y por eso está bien dividido en tres “clases” de 50 minutos, cada una con su correspondiente título:
1) El sueño de Einstein;
2) La clave está en la cuerda; y
3) Bienvenidos a la 11ª dimensión.
El autor, muy pintoresco con sus ejemplificaciones y enseñanzas, le introduce de forma temporal y progresiva en este complejo mundo. Cuando dice en el prólogo “Y por mucho que venga nunca termino de acostumbrarme…” hace referencia a lo que puede suceder en este campo de la física aplicada, donde todo lo inimaginable es posible (si pides un zumo de naranja en un café-bar cuántico, es probable que te sirvan uno de arándanos,…).
“El universo elegante” es una cinta presentada por el autor del mismo libro, Brian Greene, profesor de física y matemáticas en la Universidad de Columbia. Esto hace que el libro sea perfectamente compatible con el documental y viceversa. No es aconsejable la visualización íntegra y por eso está bien dividido en tres “clases” de 50 minutos, cada una con su correspondiente título:
1) El sueño de Einstein;
2) La clave está en la cuerda; y
3) Bienvenidos a la 11ª dimensión.
El autor, muy pintoresco con sus ejemplificaciones y enseñanzas, le introduce de forma temporal y progresiva en este complejo mundo. Cuando dice en el prólogo “Y por mucho que venga nunca termino de acostumbrarme…” hace referencia a lo que puede suceder en este campo de la física aplicada, donde todo lo inimaginable es posible (si pides un zumo de naranja en un café-bar cuántico, es probable que te sirvan uno de arándanos,…).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En la primera parte explica, 1) por un lado el descubrimiento de la gravedad y de cómo Einstein renueva este concepto de Newton, surgiendo así la Relatividad General de Einstein (G); 2) por otro lado se explican los componentes esenciales de la Mecánica Cuántica: el electromagnetismo (EM), la fuerza nuclear fuerte (S) y la fuerza nuclear débil (W). La Relatividad General de Einstein (G) explica muy bien el macrocosmos mientras que la Mecánica Cuántica (EM + S + W) explica muy bien el mundo subatómico. Pero ¿por qué necesitamos dos teorías para explicar el funcionamiento universo? ¿por qué cada una de ellas explica muy bien su particular universo pero no los dos?
En la segunda parte vemos como ambas teorías pueden ser unidas a través de una serie de ecuaciones que relacionaban entre sí todos los componentes de la Mecánica Cuántica y de cómo la fuerza nuclear fuerte se relacionaría con la gravedad mediante los gravitones (la partícula de la gravedad). De esta unión nace la teoría de cuerdas, según la cual todo y absolutamente todo estaría formado por pequeñas cuerdas vibrantes que se encontrarían dentro de las partículas subatómicas. Ese sería el componente más pequeño existente y del que surgen todos los elementos de la naturaleza, dando origen así a la sinfonía cósmica que representa todo lo que conocemos, desde lo más pequeño a lo más grande y pesado.
En la tercera parte asistimos al asentamiento matemático de la teoría de cuerdas y es así cuando ya en 1995 se habla de la teoría M, teoría de cuerdas o de supercuerdas propiamente dicha. Sabemos que son precisas 11 dimensiones en las que nos manejamos y además estas cuerdas formarían membranas que delimitarían unas dimensiones con otras y de las que sólo algunas partículas, como la de la gravedad, tendrían la propiedad de atravesarlas. Se pone fin con una serie de cuestiones que todavía no han quedado resueltas, ya que para afianzar la teoría de cuerdas en el campo experimental es preciso la demostración de determinadas partículas (como partícula S – que no fuerza nuclear fuerte – o gravitones) en aceleradores de partículas y todavía quedan dudas que este nuevo concepto de cuerda tendrá que resolver en el futuro para que no quede relegada a una teoría filosófica: los universos paralelos, las dimensiones adicionales, las partículas S, el origen del universo, los agujeros de gusano, etc.
En definitiva: no deje de ver el universo elegante.
En la segunda parte vemos como ambas teorías pueden ser unidas a través de una serie de ecuaciones que relacionaban entre sí todos los componentes de la Mecánica Cuántica y de cómo la fuerza nuclear fuerte se relacionaría con la gravedad mediante los gravitones (la partícula de la gravedad). De esta unión nace la teoría de cuerdas, según la cual todo y absolutamente todo estaría formado por pequeñas cuerdas vibrantes que se encontrarían dentro de las partículas subatómicas. Ese sería el componente más pequeño existente y del que surgen todos los elementos de la naturaleza, dando origen así a la sinfonía cósmica que representa todo lo que conocemos, desde lo más pequeño a lo más grande y pesado.
En la tercera parte asistimos al asentamiento matemático de la teoría de cuerdas y es así cuando ya en 1995 se habla de la teoría M, teoría de cuerdas o de supercuerdas propiamente dicha. Sabemos que son precisas 11 dimensiones en las que nos manejamos y además estas cuerdas formarían membranas que delimitarían unas dimensiones con otras y de las que sólo algunas partículas, como la de la gravedad, tendrían la propiedad de atravesarlas. Se pone fin con una serie de cuestiones que todavía no han quedado resueltas, ya que para afianzar la teoría de cuerdas en el campo experimental es preciso la demostración de determinadas partículas (como partícula S – que no fuerza nuclear fuerte – o gravitones) en aceleradores de partículas y todavía quedan dudas que este nuevo concepto de cuerda tendrá que resolver en el futuro para que no quede relegada a una teoría filosófica: los universos paralelos, las dimensiones adicionales, las partículas S, el origen del universo, los agujeros de gusano, etc.
En definitiva: no deje de ver el universo elegante.