La idea es buena en el sentido de que el desenlace es inesperado pero la trama no llega a enganchar porque el ritmo es muy lento.
Por otro lado los actores no resultan lo bastante creíbles, no llegan a meterse en la piel del personaje, por ejemplo no escenifican suficientemente sentimientos profundos como el horror o la desesperación.
Finalmente IMANOL ARIAS está muy desperdiciado en un papel tan pequeño, y además está muy encasillado como Antonio Alcántara en la serie "Cuéntame Cómo Pasó" y se hace un poco raro verle hacer de sacerdote.
En definitiva, se trata de un muy buen libro pero una mediocre adaptación cinematográfica del mismo.