Floja y extraña producción de terror italiana que presenta la historia de un hombre muy protegido por su madre y el ama de llaves, que verán con malos ojos su futura boda.
Rodada en blanco y negro, se notan las influencias del éxito cosechado en la época por Psicosis de Alfred Hitchcock. No deja de ser un experimento curioso próximo a la perturbadora mente de un hombre descolocado por las circunstancias, lo que da paso a una personalidad de psicópata.
No ofrece grandes momentos de suspense, puesto que los responsables de la película caen en el error de mostrar todos los misterios antes de tiempo. Un grave error que echa por tierra las posibilidades que ofrecía la trama.
La película cuenta con la presencia de un jovencísimo e irreconocible Franco Nero, futuro habitual del Spaghetti Western, recordado para siempre por su papel en Django. Se aprecian diversas referencias a la obra de Alfred Hitchcock, fundamentalmente a Psicosis, ofreciendo un personaje excesivamente similar al de Norman Bates.
Las interpretaciones del reparto son muy limitadas y la forma de desarrollar diversas situaciones por parte del director, rozan la torpeza absoluta. Cae en la reiteración de situaciones y llega a resultar monótona. Un desperdicio de relato que en manos de otro hubiera dado para algo más. El título de la película resulta un tanto cómico y será objeto de numerosas bromas, algo que también ocurre con el conjunto de la película, una lástima, como anécdota puntual del cine de terror Italiano, puede pasar, pero lo cierto es que hay obras mejores.
Difícil recomendar su visionado cuando lo mejor que se puede decir de ella es que dura poco. Mejor dedicar el tiempo en ver otra cosa.