Densa y dura recreación de todo un relato de superación basado en hechos reales, presentando la historia de Louis Zamperini, que, tras participar en los Juegos Olímpicos de 1936, se alistó en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos para luchar en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), estrellándose en el Pacífico el bombardero que pilotaba y navegando a la deriva hasta ser capturado por los japoneses.

Película dirigida por Angelina Jolie que posee todos los ingredientes para ser una buena película, con un relato basado en hechos reales lleno de interés, pero que no logra ser redonda. Sobre el papel, el argumento resulta llamativo y muy interesante, pero la dirección y distribución de los tiempos por parte de los responsables de la película, hacen que esta se convierta en una epopeya difícil de soportar, un verdadero castigo para la paciencia del espectador.

La película presenta un esquema irregular y previsible, empleando los tradicionales flashbacks para presentar vivencias del personaje principal y dar paso a una serie de situaciones extremas que podrían haber dado mucho de sí. Presenta tres actos claramente diferenciados: las misiones de aviación del protagonista, sus vivencias de infancia para dar paso a una odisea total, con accidente aéreo y captura infernal sufrida por el protagonista.

Cuenta con unos efectos especiales convincentes, una notable banda sonora y unas interpretaciones acertadas, un buen relato, pero lo cierto es que con todos estos elementos a su favor, la película no logra funcionar por completo, cayendo en la reiteración de ideas y en la mala distribución de los tiempos, convirtiendo el visionado de la película en una auténtica odisea.
Peca de no aprovechar bien los tiempos, vale que tiene que trasmitir al espectador la sensación desoladora de abandono en el mar y las duras condiciones que vivieron los protagonistas, pero no es necesario que el espectador tenga que sufrirlo en sus propias carnes, la idea queda clara con unos minutos, no con casi una hora de dedicación a este dramático hecho.

Resulta excesivamente densa y pesada, con numerosas secuencias e imágenes que recuerdan a películas anteriores, es inevitable recordar: Lawrence de arabia, El puente sobre el río Kwait, Carros de fuego y otras similares. Da la sensación que, Angelina Jolie, busca esa imagen memorable del cine, con secuencias dramáticas y espectaculares difíciles de creer, el extraño vínculo entre víctima y captor no resulta creíble en ningún momento.

Una historia real que indiscutiblemente tuvo que ser un verdadero infierno para su protagonista y que ahora, Angelina Jolie, se ha encargado de hacer padecer al espectador con una película plomiza carente de emociones. Invencible se convierte en una película insufrible.