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España España · Plentzia
Voto de Jon:
2
Terror Berlín, antes de la caída del muro. Cuando Marc regresa de un viaje encuentra a su esposa Anna cambiada, muy nerviosa y perturbada. Por fin, le confiesa que tiene una aventura y lo abandona. Marc cae en una terrible depresión que lo lleva casi al borde de la locura. Poco después Marc se entera de que su mujer también ha abandonado a su amante, y la verdad sobre la aventura secreta de Anna se revelará monstruosa.
3 de diciembre de 2015
8 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Confusa, enfermiza, pesadillesca, extraña, son pocos y me quedo corto los calificativos que reúne esta curiosa película de suspense y terror, llegando a provocar sensaciones variadas en el espectador.
Después de varios meses alejado de su hogar, un hombre regresa y se encuentra con una mujer totalmente cambiada, lo que provoca un estado enfermizo de inseguridad y deterioro en la pareja, haciendo que el marido descubra las extrañas relaciones que ha establecido su mujer durante su ausencia.

La posesión es una producción francesa, donde su director, Andrzej Zulawski, dirige un guion propio donde desarrolla su particular visión de la figura del matrimonio, ofreciendo un desarrollo pesadillesco y totalmente inquietante, donde todo lo expuesto se antoja forzado y exagerado. El director apuesta por una presentación confusa, inconexa y difícil de asimilar por el espectador, ofreciendo un tratamiento de la imagen violento y en continuo movimiento, potenciando las sobreactuaciones de sus intérpretes.

La película presenta un estilo visual grisáceo, insano, plasmando una ambientación incómoda y perturbadora con la que desarrollar una historia alejada de una lógica comprensible. El director se apoya en unos efectos artesanales para desarrollar una serie de monstruos inquietantes con los que descoloca al espectador. El argumento resulta confuso y el desarrollo de diversas situaciones roza el absurdo total. Se aprecia una lectura interesante acerca de la compleja figura del matrimonio, los problemas que traen la separación de la pareja y el proceso de destrucción de la misma.

Las interpretaciones del reparto pecan de ser sobreactuadas, destacando la peculiar labor de la pareja protagonista, unos desmesurados Sam Nell e Isabelle Adjani. Su labor llega a sobrepasar el histrionismo y la caricatura. Personalmente no me gustaron ninguno de los dos y no me resultaron convincentes en ningún momento.

La posesión no es un tipo de cine fácil de asimilar y de comprender, llegando a resultar incómodo, aburrido e insoportable. No es para cualquier tipo de público.
Jon
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