Cuesta tomarse en serio esta película, al tener la presencia de Bud Spencer en su reparto. Encima el comienzo, no ayuda, pese a que se comete un asesinato, aparece el asesino con una mascara de lo más absurda. Pero supongo que en la época surtiría efecto.
Es una mezcla de cine de asesinos en serie y humor, porque hay un par de personajes de lo más peculiares, que hacen que no te lo tomes en serio. Por poner un ejemplo, hay una escena en la que el protagonista busca ayuda en un hombre que se llama dios, y este no es otro que el citado anteriormente Bud Spencer…
A pesar de esos toques de humor que igual desentonan con lo que debería ser una historia de asesino en serie, consigue sorprender con su desenlace. Pero no todo vale por un buen final. El paso del tiempo se nota y queda pobre en su conjunto.