Puede ser un Megalodón enorme y descomunal, apoyado en unos notables efectos especiales, pero esta producción no consigue hacer sombra al tiburón de Steven Spielberg.
Los responsables de la película ofrecen un montaje demasiado excesivo, abusando de escenas absurdas que quitan fiereza al potencial que se le supone al Megalodón,
La presencia del poderoso Statham, resta emoción y suspense, haciendo que todo quede en un espectáculo grandilocuente que no hace que el espectador sienta el riesgo.
Historia pobre y con demasiadas similitudes con la ya mencionada, Tiburón.
The meg, queda la sombra de Bruce, el tiburón de Spielberg.