En una noche lluviosa en un salón del oeste, un hombre es sorprendido haciendo trampas en una partida de póquer, todos los participantes de la partida excepto uno, acabarán linchándolo.
Con el paso del tiempo aparecen los cuerpos asesinados de dos miembros que participaron en aquella partida mortal, el único hombre que no participó en el linchamiento, comienza a sospechar que todo se debe a la llegada de un viejo predicador.
Nos encontramos ante un western atípico que atrapa en su red de misterio, traiciones y venganzas, que cuenta con la estelar participación de un Dean Martin en horas bajas y un esplendido Robert Mitchum, que interpreta a un oscuro predicador que tiene como arma algo más que la palabra del Señor.
De la oscuridad surge un ángel exterminador sediento de venganza, que perseguirá implacablemente a los participantes del póquer de la muerte. En aquella partida quedaron cuentas pendientes, que deben saldarse.
Un guión sólido acompañado por una buena ambientación, junto con unos personajes bien definidos, son los elementos que dan vida a un western diferente y acertado.