Nos encontramos ante un remake que particularmente considero totalmente innecesario, pero que cuenta con el gancho y atractivo de la labor de su director, John Carpenter, apoyándose en la presencia estelar de Chirstopher Reeve, para un arriesgado proyecto al realizar un remake de toda una película del suspense y el terror.
Carpenter y los responsables de la película juegan con el color y se atreven a intentar sorprender, ofreciendo un trabajo interesante que a mi personalmente no me llegó a convencer por completo.
El empleo del color, podría ser un punto llamativo e interesante, pero bajo mi punto de vista creo que pierde el encanto y el misterio de la versión anterior a ésta.
Los cambios introducidos son muy atrevidos y pueden hacer que esta versión dirigida por Carpenter, pueda decepcionar.