Comedia absurda, ridícula y bochornosa, que pretende imitar el éxito de películas como Dos tontos muy tontos, empleando un humor muy simple y repetitivo.
Las situaciones y el desarrollo de la trama, no consigue resultar satisfactorio, llegando a hacerse pesado a gran escala.
Las actuaciones carecen de calidad y únicamente sirve como carta de presentación para Ashton Kutcher y Seann William Scott, que en este aspecto solo presentan su capacidad para participar en un producto del absurdo.
Es un humor de tontos, para tontos, producido por algún tonto que no tenia mejor sitio donde invertir su dinero.