Interesante, deudora, intrigante, violenta, sudorosa, erótica, salvaje, tórrida, fogosa, polémica, pobre y mediocre muestra de cine erótico en una intriga criminal que deriva en algo judicial, en la que Willem Dafoe y la cantante, Madonna, se convierten en los protagonistas de una historia en la que la mujer de un hombre millonario pasa a ser sospechosa de haber sido la responsable de su muerte y de la de otros hombres.
La película no cuenta con grandes interpretaciones y gran parte del interés lo mantienen las escenas subidas de tono que protagonizan Willem Dafoe y Madonna, con el sudor de sus cuerpos y la cera de las velas.
El cuerpo del delito, queda como un pobre producto de suspense, con poderosas secuencias eróticas para subir la temperatura y despistar al espectador de las libertades argumentales que se toman sus responsables.