Directo, arriesgado, magnético, misterioso, ingenioso y entrañable adaptación literaria en formato comedia de suspense, en la que un extraño y conocido fantasma vaga por el castillo de Canterville, tras haber traicionado el honor de la familia hace 300 años.

Jules Dassin, apuesta por una incursión en un relato de intereses e intrigas personales con poderosas dosis de suspense y aventuras.

La selección del reparto está a la altura del relato y cada uno de los diferentes personajes, presenta claros aspectos definitorios, que hacen comprender e intuir el desarrollo de algunas situaciones.

Merece una mención y reconocimiento especial, la labor interpretativa del bueno de Charles Laughton, dejando claro que no tenía miedo a la hora de afrontar cualquier tipo de papel.

Familia, amistad, tiempo, valor, honor, suspense, osadía, humor y emoción, se unen para ofrecer un relato con espíritu ilusionante.

El fantasma de Canterville, queda como un desenfadado e imaginativo relato de aventuras con buenas dosis de emoción.