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Voto de javierbckwrl:
6
1989
William Bickley (Creador), Michael Warren (Creador) ...
5,8
26 130
Serie de TV. Comedia
Serie de TV (1989-1998). 9 temporadas. 215 episodios. Narra la vida diaria de los Winslow, una típica familia afroamericana de clase media que vive en los suburbios de Chicago, formada por el sargento de policía Carl Winslow, su mujer Harriette, y sus 2 hijos Eddie y Laura. También viven con ellos la madre de Carl y la hermana de Harriette con su pequeño Richie, además de su excéntrico vecino, el joven calamitoso Steve Urkel, enamorado ... [+]
9 de febrero de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sit com estadounidense estrenada en 1989, inicialmente configurada como spin-off de la serie destinada al consumo familiar y célebre en aquella etapa televisiva 'Perfect Strangers' (Primos Lejanos) -de cuyo reparto se incorporaron como protagonistas los intérpretes Reginal VelJohnson y Jo Marie Payton-Noble, respectivamente-), he enjuiciado ponderada y globalmente calificar a 'Cosas de casa' con un notable (8), no en virtud de la apreciación de sus logros y virtudes, que también los atesora, y de los cuales desgranaré en las próximas líneas, sino, en gran medida, se ha hallado por mi parte inflada al alza la puntuación que le he reportado, en sumo grado, por la dosis extra e irremediable que nostalgia que nos invade a todos aquellos exponentes de una generación que, durante su infancia y parte de su pubertad, almorzaban con expectación y alicientes alimentados por las expectativas las peripecias de esta singular familia afromericana radicada en la ciudad de Chicago. Por ese motivo, de haber prescindido de la variable de la memoria histórica, tendente siempre a enternecernos con productos que jalonaron una porción inolvidable de nuestra vida, la habría catalogado con un 6.
Como dato más destacable, reseñar su condición y vitola de, presumiblemente, segunda mejor sit com afroamericana de la década de los noventa, junto a 'El príncipe de Bel-Air', y con mejor aceptación y exportación a otras latitudes del planeta de su género.
Como dato más destacable, reseñar su condición y vitola de, presumiblemente, segunda mejor sit com afroamericana de la década de los noventa, junto a 'El príncipe de Bel-Air', y con mejor aceptación y exportación a otras latitudes del planeta de su género.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Aspectos positivos de la serie: la capacidad y la habilidad, infrecuente en producciones televisivas de esta índole, de reinventarse la función argumental gradualmente, con respecto a las directrices que informaban el relato de la trama en sus orígenes, sin apenas sumir al espectador en la comprensible e inextricable labor de acomodarse a un nuevo contexto difícilmente digerible. A pesar de que, fundamental y crecientemente, en las últimas cuatro temporadas el show viró hacia una catarata de acontecimientos algo inverosímil y surrealista, el televidente podía, sin atisbo mínimo a la incredulidad, permanecer imperturbable y con serenidad el nuevo ritmo impuesto por el devenir de los hechos, en contraposición a la línea marcada en sus inicios, algo que, en mi opinión, pocas funciones podrían conseguir con éxito. La empatía escénica que transmiten VelJohnson y White, desde el primer minuto de coincidencia en el plató, y la riqueza de carácter, bien moldeados y definidos, de sus papeles (Carl Winslow y Steve Urkel). La modestia de intenciones de sus comienzos, con narraciones asequibles, pero bien elaboradas en su conjunto. El soplo rejuvenecedor de aire fresco que entrañó para la revitalización de la serie la inserción en la misma del papel secundario de Waldo Faldo, sumamente carismático y genuino por su singularidad de matices.
Aspectos negativos de la serie: la fuga de capital humano experimentada (Telma Hopkins, Rosetta LeNoire, el teniente Murtaugh, Jo Marie Payton-Noble, Bryton McClure, el propio Shawn Harrison -Waldo-) como consecuencia de las desavenencias mantenidas con respecto a la dirección por la excesiva patrimonialización de roles múltiples encarnados por el protagonista -Myrtle, Stefan-, lastraron la dinámica de los episodios, sobre todo, a partir de la quinta temporada, condicionando ampliamente el resultado, a mi modo de ver, mediocre de las historias relatadas en el seno de los mismos. Carl Winslow perdió su esencia genuina, la distinción que le hacía ser memorable, hallándose desplazado en los últimos años, al concedérsele prioridad a las subtramas de carácter amoroso, en provecho de un Urkel algo ya estereotipado y desgastado tras años de estrellato como tendencia modal de comienzos de los noventa. Además, careció, finalmente, y como elemento más lamentable, para ser tildado de imperdonable por parte de la cadena ABC -que se hizo con sus derechos de retransmisión, en 1997, cuando apenas restaba la última temporada por emitirse-, de un desenlace clarividente, explícito, más merecedor del prestigio que debería habérsele concedido. Entristecedor final, que dejaría con un sabor agridulce a los seguidores de esta entrega por carecerse apenas de un par de capítulos de paciencia para alumbrar el consabido y predecible epitafio a la misma.
Aspectos negativos de la serie: la fuga de capital humano experimentada (Telma Hopkins, Rosetta LeNoire, el teniente Murtaugh, Jo Marie Payton-Noble, Bryton McClure, el propio Shawn Harrison -Waldo-) como consecuencia de las desavenencias mantenidas con respecto a la dirección por la excesiva patrimonialización de roles múltiples encarnados por el protagonista -Myrtle, Stefan-, lastraron la dinámica de los episodios, sobre todo, a partir de la quinta temporada, condicionando ampliamente el resultado, a mi modo de ver, mediocre de las historias relatadas en el seno de los mismos. Carl Winslow perdió su esencia genuina, la distinción que le hacía ser memorable, hallándose desplazado en los últimos años, al concedérsele prioridad a las subtramas de carácter amoroso, en provecho de un Urkel algo ya estereotipado y desgastado tras años de estrellato como tendencia modal de comienzos de los noventa. Además, careció, finalmente, y como elemento más lamentable, para ser tildado de imperdonable por parte de la cadena ABC -que se hizo con sus derechos de retransmisión, en 1997, cuando apenas restaba la última temporada por emitirse-, de un desenlace clarividente, explícito, más merecedor del prestigio que debería habérsele concedido. Entristecedor final, que dejaría con un sabor agridulce a los seguidores de esta entrega por carecerse apenas de un par de capítulos de paciencia para alumbrar el consabido y predecible epitafio a la misma.