No la vi en su momento, y ahora que el canal Indie por M+ le dedica un ciclo al gran Ken Loach, pues aproveché para verla por fin. Resulta que se trata de una película inspirada libremente en la obra Homenaje a Cataluña, de George Orwell, que no he leído, es de esas obras que uno tiene pendiente y que nunca lee. A pesar de todo, se mete uno en la historia rápidamente, y más o menos, a pesar de mis escasos conocimientos de Historia, sé lo que pasó en el bando republicano, estas divisiones internas. Todo esto lo muestra muy bien Loach, director comunista o más bien anarquista, que hace tiempo tiene un hueco en mi corazón, como toda la gente de izquierdas. Y es que, se nota desde el principio de qué lado está el director y todo su equipo (de hecho, su guionista habitual, Paul Laverty, aparece como un miembro de las milicias anarquistas). La historia sigue los pasos de un inglés, David Carr (excelente Ian Hart), que deja su país para enrolarse en una de esas milicias del POUM, algo que hizo en su día el querido Orwell. Desde ese puesto, observará poco a poco las desavenencias entre camaradas, será herido, llevado a Barcelona a un hospital, etc. Su relación con Blanca (Rosanas Pastor, muy bien también), una miliciana, tendrá sus altibajos, como toda relación, y más aquí en tiempos de guerra. La película se estructura en tres partes, digamos: en el pueblo, con todas las discusiones ideológicas; en Barcelona, en donde vemos las revueltas callejeras; y luego de nuevo en el pueblo, cuando nuestro hombre se reencuentra con los camaradas anarquistas.

La película está bien ambientada, aunque se nota que está hecha con pocos medios, los justos para contar una historia en tiempos de guerra, pero demasiado pocos, si lo que pretendía contar era “una historia de la revolución española”, como se indica al comienzo.
Lo que sí es loable es ese tono documental, eso de trabajar apenas sin guión, en algunas secuencias, que da al conjunto un aire muy natural. Hay que señalar que toda esta historia está contada desde la perspectiva de un inglés, por lo que no es una historia objetiva. Vamos, como tampoco es objetiva la Historia contada por Eric Hobsbawn, comunista de pro. Eso de que venían aquí a luchar contra los fascistas, hay que ponerlo entre paréntesis, porque ni los mismos militares y gente del bando nacional eran conscientes de ser fascistas. Lo que la peli deja claro es esa división interna, que pudo ser la causante de que se perdiera la guerra. Aunque me considero anarquista, me dan ganas de gritar, viendo toda esta mierda: ¡primero ganar la guerra, luego la Revolución!

Es conveniente verla en VOSE, aquí más que nunca, para apreciar ese juego de lenguas, el inglés y el castellano y tal vez el francés y hasta el alemán, por momentos, a ráfagas, como la metralla. Blanca habla en inglés con el pendolo, y lo hace con acentillo, qué quieres. Uno se sigue preguntando, qué hacían todos estos extranjeros en España, luchando por qué, y me sigo diciendo que a lo mejor venían como Hemingway, en plan aventura, y que luchar en la Guerra Civil española era una estupenda manera de aventurarse, aburridos como estaban en sus aburridos países. Quién sabe, uno nunca estuvo allí, por suerte. Como dijo Unamuno, otro que tal, venceréis, pero no convenceréis. Pues la misma sensación se le queda a uno, tras el visionado de la peliculilla.