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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de German :
6
Drama Ivan es la viva imagen de la vieja Rusia: adusto, trabajador, arisco, y ya echa de menos el comunismo. Conduce un taxi, y una noche conoce a Alexi, que representa a la nueva Rusia: músico, bebedor, algo irresponsable. (FILMAFFINITY)
13 de septiembre de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Taxi blues es una película dirigida por Pavel Lungin. Fue estrenada en 1990, justo en la mitad del proceso que inició con la caída del muro de Berlín en 1989 y culminaría en la disolución de la unión soviética, a finales de 1991. La incertidumbre de la época se hace evidente en la trama de esta película, dotándola de sus características más interesantes pero también de sus peores aspectos.
Esta película cuenta la historia de dos personajes completamente opuestos que, por las vicisitudes del destino, se ven íntimamente asociados y obligados a convivir. Uno es Iván: la encarnación del ideal soviético, trabajador incansable, enemigo jurado de la bohemia, el lujo y cualquier otra cosa que se pueda considerar anticomunista. El otro es Alexei: un saxofonista brillante, cuyo talento solo se ve eclipsado por su alcoholismo crónico. El primero acepta su vida de privaciones sin cuestionarse la posibilidad de aspirar a algo mejor. El segundo solo vive para llegar a la próxima borrachera, rebotando nihilisticamente entre empleos y relaciones sin lograr encontrar fuerzas para aferrarse a nada.
No resulta difícil distinguir la metáfora central de la película: Iván representa a la vieja Rusia que se está acabando mientras que Alexei simboliza una nueva que esta por llegar, guiado por motivaciones individuales que nada tienen que ver con el trabajo en beneficio de la comunidad que profesan los ideales comunistas. Pero aunque la metáfora no sea la más imaginativa, lo interesante es el enfoque con que se mira a estos personajes. Ninguno de los dos es un ejemplo a seguir; ni el hiper pragmático Iván, con su odio incondicional por todo lo occidental, ni el errático Alexei, incapaz hasta lo patológico de tomar ningún tipo de responsabilidad. En este aspecto la película brilla, refleja maravillosamente la incertidumbre que se sentía ante un abismal cambio de paradigma de la vida misma, debatiéndose entre el mal conocido y el mal por conocer que se dejaba ver en el horizonte.
Desgraciadamente este guión tan interesante falla en sus aspectos más técnicos. La historia en sí misma no parece comenzar nunca. La película consiste de una serie de escenas que constituyen una serie de eventos más o menos mundanos, sin un fin claro. En varias ocasiones parece que una trama más definida está por comenzar, pero dicha trama nunca se materializa. Hay quien podrá ver esta estructura como parte del mensaje del director, yo no pude disfrutarla como tal.
No tengo quejas con respecto al apartado técnico. La banda sonora de "blues" (a mí me parece jazz, más bien) pega muy bien con el tono de la película. Las actuaciones tienen un toque teatral que combina muy bien con el aspecto metafórico de la película.
En conclusión, Taxi blues es un fragmento de historia muy interesante, un testimonio de un momento tan fugaz como intenso de la historia de Rusia, relatado desde el punto de vista de los que lo experimentaron de primera mano. La recomiendo para todo aquel que esté interesado en el tema y no le tenga miedo a una película más bien floja en lo que a narrativa se refiere, probablemente la disfrutará un poco más que yo.
German
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