No puede decirse que me guste porque no entra dentro del baremo de mi sensibilidad (juega o juego en otra liga) pero lo que hacen Eduardo Noriega y Leonardo Sbaraglia en ella me parece absolutamente bestial... Y el pulso de Marcelo Piñeyro detrás... No he leído la novela pero si se basa en hechos reales, como podemos leer al final de los títulos de crédito y remontándonos a 1965, como que se justifica un relato plagado de sexo, drogas y disparos pero sobre todo mucha 'guita'... Y asistir a esa falla final en torno a todo ello nos deja anonadados. Pero lo más alucinante, repito, es la interpretación de ambos encarnando a dos 'hermanos', dos amigos, dos amantes (al estilo "Bonnie and Clyde") en un paroxismo total de sentimientos e imágenes. Es ahí donde radica el corazón de la trama que ellos hacen latir en todas sus secuencias juntos de un modo visceral, con arrebato y dolor... Bestial.

(Inciso: si durase un poco menos también se agradecería y se entendería igual)