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Voto de carlosuru:
9
Drama Retrato de una familia norteafricana en el sur de Francia. Sillman, un padre de familia divorciado, es despedido de su trabajo en los muelles del puerto. Su futuro y el de su familia se presenta incierto, y su hijo le recomienda que vuelva al norte de África. Sin embargo, Sillman tiene una idea: abrir un restaurante en un viejo barco oxidado del puerto, aunque las autoridades no le pondrán las cosas fáciles. (FILMAFFINITY)
2 de julio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si usted había pensado destinar dos horas y media de su vida a ver una película, le invitó a que las invierta en algo muy parecido, pero mucho más apasionante.
Se trata de la obra del tunecino Abdel Kechiche titulada La graine et le mulet, ingredientes principales del cuscús, plato típico árabe del norte de África y que es el epicentro de toda la historia.
Va a tener entonces el privilegio de compartir las andanzas de un caballero andante, inmigrante norteafricano, que reside en un pueblecito portuario del sur de Francia y que a sus sesenta y un años trata de ir abriendo puertas a medida que la vida le va dando portazos. Le acompaña en su quimera su fiel escudera, hija de su actual pareja, una pura, lúcida y deliciosa muchacha.
La vida del protagonista oscila entre la de su numerosa y bulliciosa familia, donde la mujer de la que está separado es una excelente cocinera (su plato estrella es el cuscús) y la de su actual pareja, que de buena cocinera tiene bien poco.
No la juzgue como si fuera una película, porque no lo es; en todo caso se asemeja a un documental. Muchos de los que intervienen no son actores profesionales y hay escenas que pueden parecer excesivamente largas. Por supuesto, de la misma forma que una comida familiar suele ser larga y tediosa. Usted ante todo va a ser espectador y parte de una auténtica tragedia griega.
Reniegue de los que ostentan el poder: el poder de conceder créditos, de dar permisos, de autorizar licencias. Los mismos que aún reconociendo la aportación positiva de los inmigrantes al país que los acoge, los mantienen a raya.
Sufra, ría, llore, abúrrase un rato; angústiese, disfrute. Es un retazo de vida.
Véala. Y después me cuenta.

Carlos Gallego
carlosuru
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