"Película" (si se puede llamar así) mala hasta decir basta, ni si quiera sirve para reírte de ella como grandes pelis malas que resultan de lo más cómicas y acabas pasando un buen rato con su visionado.
Mario Casas interpreta a un "chulito" que intenta ser un macho alfa y se queda en el típico adolescente con pataletas del programa de hermano mayor que parece que sólo sabe decir "hostia" y "puta". Si los grandes del cine de acción de los 80 levantaran la cabeza... Es que ni una coletilla chula supieron meterle.
De la muchacha no comento nada que me da pereza...
Guión paupérrimo y terribles actuaciones en una cinta que para lo único que sirve es para seguir engordando la lista de mal cine que tenemos en este país y que aumenta a un ritmo preocupante.
En conclusión, que si eres masoquista, te gusta sufrir y quieres que te sangren los ojos hasta arrancártelos ésta es tu peli, para las personas normales como diría el bueno de Gandalf:
¡Huid insensatos!