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Voto de Don Simón:
6
Drama Tragicomedia basada en una obra de teatro de Dejan Dukovski, un dramaturgo macedonio de 26 años. Los esfuerzos de los habitantes de Belgrado por salir adelante después de la guerra, se muestran a través de diversos personajes que se cruzan en un día normal. (FILMAFFINITY)
13 de febrero de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las sanciones sumieron a Serbia en los noventa en una crisis sin precedentes. Con una inflación del 60% diaria, en Belgrado se vivieron escenas propias de la República de Weimar, ancianos suicidándose y economías paralelas por doquier con tal de sobrevivir. El dinero era papel mojado. Uno debía gastarse su sueldo del mes en pocas horas para que no perdiera su valor. Al mismo tiempo, las guerras patrióticas importaban bien poco a una sociedad que se había empobrecido hasta niveles inusitados al ritmo de la hueca retórica nacionalista. Y para rematar, el tráfico de armas para los vecinos serbios de Croacia y Bosnia había llenado el país de armamento sofisticado que convirtieron a las mafias en auténticos poderes fácticos.

'El polvorín' retrata esta sociedad a la que, cuando peor le iba, sólo se estaba asomando al abismo que supuso el posterior bombardeo de la OTAN, primero a objetivos militares, después a civiles, como las centrales eléctricas, con tal de que claudicaran en todos los ámbitos de una vez por todas.

El resultado es irregular. Mediante unos personajes de tozudez inmarcesible -rasgo genuinamente balcánico- y muy violentos, se nos sumerge en una espiral de violencia ridícucla pero contundente. La chispa puede saltar en cualquier momento, por cualquier estupidez, y llevar cualquier desencuentro trivial hasta las últimas consecuencias. La cinta se centra en establecer una metáfora del trágico destino de Serbia en este periodo histórico, un país donde los naturales debieron preguntarse más de una vez cuál fue la primera tontería patriótica que les hizo, progresivamente, ir perdiéndolo todo. Pero indaga en aspectos psicológicos y simbólicos -el envilecimiento-, más que en los sociales y económicos que hicieron sucumbir a una sociedad culta y avanzada como la belgradense.
Don Simón
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