Cuando me puse a ver esta peli tenía bastante claro que lo más probable era que fuese una mierda. No es que me importase mucho, he visto mucha mierda con la que me he divertido, he reído y me he entretenido. Pero claro, lo que no me esperaba era que fuese una mierda tan sumamente grande.

Espías no es más que ver a una gorda y reírse de ella. Son dos horas de Melissa McCarthy chupando pantalla, paseando, saltando, peleando, gritando, hablando o cayéndose. Y claro, hace gracia (o se supone) porque está gorda. Yo ya no sé si esta tía tiene un contrato por el cual no puede adelgazar o si es que a ella le gusta ese encasillamiento de gorda de la que reírse que tiene.

Hay unos cuantos chistes de tetas, de gente que se caga, de caídas y de todo eso. Si eres de esos que se divierten viendo un gato saltando durante 15 minutos esta es tu película, si eres un poco más exigente olvídate de ella.

Le pongo un 3 porque Jason Staham me hizo gracia y porque, la verdad, me pilla de buenas.