Roser Aguiler regresa, años después de su notable ópera prima “Lo mejor de mí”, la cual fue presentada en su momento en el Festival de Cine de Locarno y donde obtuvo el premio a la mejor actriz. Brava fue presenta en el Festival de Cine de Málaga de este año.

En esta ocasión nos presenta un drama intenso, donde la protagonista es víctima de una agresión en el metro de Barcelona, a partir de ese momento su vida idílica que llevaba hasta ese momento empieza a tambalearse.
La película tiene varias preguntas hacia el espectador, te ponen por un lado en la piel de los que cometen actos violentes y por otro los que ni se inmutan al verlos.

La cinta nos lleva por el periplo de la protagonista en su peregrinaje en busca de una salida a aquel golpe. Y ese periplo resulta, como poco, angustioso. La protagonista intenta sobrevivir refugiándose en el calor del hogar de su infancia, en la hermosa Costa Brava, pero el miedo, la culpa, el dolor y el caos que la consumen la llevarán hasta un lugar, no precisamente apacible, que no imaginaba.

Laia Marull está como casi siempre impresionante, sobre ella recae todo el peso del conflicto, carga con un personaje complejo, ambiguo, roto y duro. El papel de los personajes masculinos encarnados por Sergio Caballero, Emilio Gutiérrez Caba y Bruno Todeschini en esta ocasión queda un poco en un segundo plano.

Lo mejor: Laila Marrull.
Lo peor: Deja algún detalle pendiente importante para entender mejor la historia.