Hasta la fecha Paco Caballero ha dirigido un poco de todo, empezó como la mayoría de los directores con los cortometrajes, luego dirigió varias series de televisión y hace unos años nos presentó su opera prima. "Perdiendo el este" es una comedia que sirve como secuela de "Perdiendo el Norte". Ahora nos presenta su último trabajo, una película sobre el mundo de las relaciones de pareja y sobre lo difícil que es hoy en día separar el sexo del amor. El guion está escrito por el propio Paco Caballero junto con Daniel González, Eric Navarro, Eduard Solà.

La historia se divide en varios episodios, vemos desde una novia desesperada, porque acaba de perder el anillo de compromiso, tras una noche de desenfreno, hasta una pareja atrapada en la rutina que decide pasar una noche loca, dos primos separados desde la infancia y un grupo de amigos que quieren experimentar cosas nuevas. Toda la trama transcurre en una sola noche y es en esa noche donde los protagonistas descubrirán como va a transcurrir el resto de sus vidas.

La película engancha desde el principio, sobre todo gracias al gran elenco de actores, cada uno tiene un papel que se desempeña a las mil maravillas. Vamos pasando del drama a la comedia en todo momento. Como en todas las películas que se dividen en varias tramas, unas funcionan mejor que otras. Algunos giros funcionan muy bien y pillan por sorpresa al espectador. Caballero juega muy bien con los espacios y con la forma de dirigir. Destaca sobre el todo el uso de las sombras.

Estamos ante la comedia picante del verano, el cartel ya te indica donde te metes, pasaras un rato más que agradable. Sobre todo, es recomendable ver la película con la mente abierta y desprendiéndote de los problemas del día a día. Cabe destacar las escenas de los créditos finales, de los más divertidas vistas en mucho tiempo. Aunque no es una película redonda, merece la pena acercase al cine a verla. La cinta hace un pequeño homenaje a otras películas como Airbarg y Resacón en las Vegas. El club de intercambio de parejas donde transcurre casi toda la película espectacular. La música también me ha gustado bastante.

Lo mejor: Los títulos de crédito finales.
Lo peor: Que el espectador espere otra cosa.

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