Western de buena factura, frío y salvaje. Y cuando digo salvaje no me refiero a explícita, sangre y escenas truculentas, sino al modo en el que matan duramente y sin contemplaciones.
Son de éstos films con un aroma semi profundo, con poco guión, escenas de cuatro frases y planos con silencios que detallan más en imágenes.
La trama flojea un poco, digamos que no se torna muy interesante, de hecho, no hay mucha cabida para la sorpresa, su potencial radica en una puesta en escena grandilocuente con cierto aire casi filosófico y pretencioso.
Se me hizo pesada en algunos pasajes pero no me llegó aburrir, las actuaciones son correctas y realmente no es que sea mala película, pero tampoco entusiasma.
Si buscáis adrenalina o acción a raudales, olvidaos.