Otra copia italiana de los éxitos del cine de terror y ciencia-ficción de su época. Con claras reminiscencias -pero a lo cutre- de "Tiburón" o "Piraña", esto es un barato subproducto avejentado y cargado de tópicos: policías garrulos retando a relamidos científicos del tres al cuarto y, cómo no, muchas mujeres-florero infieles y objetos de infidelidades. Tal es así que durante el primer tramo de película más bien parece un culebrón latino.

Por descontado, las situaciones y diálogos de vergüenza ajena son constantes. Lo mismo que esa música machacona a base de sintetizadores, que en la mayoría de ocasiones no pega ni con cola con lo que sucede en pantalla.

Pese a estar firmada por Lamberto Bava (bajo el seudónimo de John Old jr), cuyas obras más célebres son los "Demons", la película no rebosa gore. Tampoco hay tanto desnudo como cabría esperar en una de terror casposo a la italiana.

"El devorador del océano" resulta una propuesta tan aburrida como imbécil. El bichejo asesino apenas hace acto de presencia y por lo que muestra me hizo recordar a otra gran infamia 'al dente' titulada "Aliens del abismo".