Para mi gusto, un film demasiado sobrevalorado, y es qué aunque muchos lo quieran calificar como "el auténtico sueño americano" no deja de ser un film mediocre, fiel a la realidad del momento, del presente y del futuro, el viaje de un personaje común a través del rio de la vida, donde millones de personas fluyen, pero no todos son capaces de alcanzar su desembocadura, el eterno mar de agua salada y de utópicos sueños, felicidad perpetua en vida, ya que en la muerte es otro cantar.



Vidor, por lo menos en este film, me ha decepcionado, para ser un film mudo, demasiado carteles explicativos que interrumpen la narrativa visual, demasiadas escenas apáticas, y por supuesto sin la fuerza necesaria para dejar huella sentimental, y aunque tuvo su nominación, me alegro que no lo consiguiera, tiene mejores trabajos, aunque también dice mucho de él.



Actuaciones decentes, normales, no extraordinarias y mucho menos para recordar, del dúo principal, Boardman y Murray, que durante ciertos momentos te llegan, pero muchas veces se desaparecen como fantasmas bajo esas caretas blancas, maniquís en movimiento sin vida y sin sentimientos, con alguna que otra sobreactuación para enmarcar emociones simples y mundanas.



El resto de elementos, como la música, ha sido perfecta, los escenarios sobresalientes, me han gustado mucho, no se ha quedado encuadrada en falsos bocetos mediocres, la fotografía excelente, es decir, el cuadro técnico, no sé puede criticar y eso, digan lo que digan, salva mucho al film.



En fin, y en resumen, añadir, que la película se merece un vistazo, con moderación, sin expectativas previas, pero dejando a un lado las falsas esperanzas surrealistas de esos grandes falsos críticos, como un servidor, pero aún más engrandecidos y contaminados del ego propio que no saben pensar por si mismos y menos aún capaces de discernir lo dulce de lo salado , que suelen catalogar de obra maestra todo lo que lleve blanco y negro en su chapa y pintura.