Película muy divertida de bailoteos e integración. La película nos sitúa en el la ciudad de Baltimore durante la década de los sesenta. Tracy es una chica que su sueño es hacerse famosa en un programa de baile. Una vez lo consiga se verá metida en la lucha en contra de la segregación racial. La historia es bastante sencillita y no veras recursos narrativos impresionantes ni nada por el estilo, no le hace falta. Todo que veras son escenas de baile divertidas, ridiculización del racismo y a unas adolescentes cumpliendo sus sueños. Todo esto con un ligero toque desagradable en algunos de sus personajes, como suele ser común en las películas de John Waters. Tampoco hay mucho más que sacar de esta peli. Las actuaciones son muy exageradas y caricaturescas. Tiene una banda sonora muy sesentera, lógicamente. Todo acaba tendiendo al absurdo pero funciona.

En resumen, estamos ante una comedia ligera y divertida que trata una parte bastante bochornosa, y no muy lejana, de la historia de los EEUU. Diría que es una película casi para todos los públicos (muy lejos de Pink Flamingos).

P.D. Me quedo con la escena de la jura de bandera mientras bailan el "aserejé" de las Ketchup en la clase de educación especial.