Curioso pero irrelevante producto del “clan Argento”, que aquí, erre que erre, vuelve a las andadas con el dichoso tema de la invasión diabólica que ya utilizase en las esperpénticas “Demoni” y “Demoni II”.

Esta vez, la escusa para que el maligno se pasee por la Tierra repartiendo posesos es una puerta a los infiernos existente en los cimientos de una catedral gótica que, por supuesto, los patanes de turno se las arreglan para abrir con su insana curiosidad… Nada nuevo bajo el sol. Hay que decir que, sin embargo, el tratamiento de la cuestión es totalmente diferente al de los consabidos “Demoni”; bastante más fumable tanto en fondo como en forma. Y es que Soavi, sobran los cinco primeros minutos de metraje para comprobarlo, en comparación con Bava es Orson Welles.

Sin embargo, que nadie espere maravillas. Esto es serie B pura y dura. Sí, sus primeros cuarenta minutos son aceptables, y el guión, cosa que se agradece, está medianamente bien trabajado y documentado. Pero, lamentablemente, y tras ponernos los dientes largos con tanto caballero teutónico, inquisidor, código secreto y Fulcanelli, la película de desinfla y empieza a divagar de un lado a otro hasta acabar con la paciencia del respetable. Y es que, curiosamente, el mayor problema de esta película, al contrario de la mayor parte del género, no es el exceso, sino el defecto: se hace mortalmente aburrida y no consigue ni por un momento ser inquietante. Y es que resulta evidente que aquí se intenta imitar la fabulosa atmosfera opresiva de “El Príncipe de las Tinieblas” de Carpenter, pero quedándose muy, muy lejos de conseguirlo…

Por lo demás, “la Argento”: la perpetua (e irritante) presencia de una Asia pubescente haciendo de perfecta “nínfula” navokobniana; todo un “publirreportaje”: Asia corriendo, Asia jugando bajo una mesa –que le queda ya pequeña-, Asia maquillándose coquetamente, Asia con vestidito corto y enseñando “patapollo”, primer plano al (aún inexistente) pecho de Asia… Vamos, que la cámara la trata con cariño… Quizás con demasiado… No, no estoy insinuando que a Soavi le guste “la carne poco hecha”. Más bien me estoy imaginando al “cansino” de “papa Argento” dando por el saco con sus “sácame guapa a la niña, que actúa muy bien” y exigiendo en su papel de “pagano” más minutos en plano para "la niña de sus ojos"… En fin.