Hace años que renegué del género, pero de vez en cuando me convencen para ver algo. Malasaña 32 no es una mala película, a ver si me hago entender, es que el género de terror hace años que me dejó de interesar porque soy casi impasible, no soy capaz de mover un músculo con ningún susto, ni con ningún efecto de sonido, vamos, que no lo disfruto como el resto de los mortales y para colmo, el terror que me gusta a mi, no tiene nada que ver con el mundo paranormal el cual me aburre bastante.

El comienzo te engancha rápidamente, pero con la llegada de la familia a la casa, se vuelve todo muy predecible, sabes que esto va de espíritus, y ahora lo que falta descubrir es donde están ese o esos espíritus y cuánto tienen de peligroso. La historia está muy bien conducida, eso es muy cierto y el director se ocupa de mantener el secreto de la trama hasta muy entrado el último tercio, pero lo dicho, a mi me ha parecido muy simple.