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Voto de Helder:
4
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48 850
Fantástico. Aventuras. Acción
Después de haber recuperado el reino del Dragón Smaug en la montaña, la Compañía ha desencadenado, sin querer, una potencia maligna. Un Smaug enfurecido vuela hacia la Ciudad del Lago para acabar con cualquier resto de vida. Obsesionado con las enormes riquezas en su poder, el rey enano Thorin se vuelve codicioso, mientras Bilbo intenta hacerle entrar en razón haciendo algo desesperado y peligroso. Pero hay aún mayores peligros por ... [+]
17 de diciembre de 2014
193 de 258 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta crítica contiene SPOILERS y muy mala baba.
Me fastidia que un cuento como el Hobbit tenga que ser adaptado de esta forma tan esperpéntica. Me fastidia sobre todo porque empezó bien con una correcta primera parte que te invitaba amablemente a vivir una deseable aventura en la Tierra Media, tan alejada del estrés que envuelve a El Señor de los Anillos. La segunda me pareció extender la historia en demasía para ganar más dinero, pero contando cosas medianamente interesantes. Sin embargo, esta parte... ¿Qué necesidad real había de hacerle una película propia a una batalla? ¿No se podría haber puesto al final de la película anterior? No era una pregunta retórica; sí, se podría haber puesto. Esta es la película que nunca debió estar ahí, que nunca debió existir y que si existe es porque tú te tienes que dejar unos euros en verla.
Y cuando se acaban los recursos que utilizar y no se puede o se quieren inventar más cosas, el chicle se alarga gracias a la intervención de un unicejo que pretende ser gracioso a pesar de dar miedo y que de vez en cuando se viste de mujer (sí, sí, hay un travesti en la película). Entre toma y toma de efectos descarada y burdamente infográficos (viejos luchando contra ninjas fantasma, por ejemplo), tenemos alguna escena del unicejo intentando hacer gracia junto a los refugiados del primer pueblo de la Tierra Media en ser globalizado (entre ellos hay negros y hasta una china, UNA CHINA) en una película que resulta corta si se la compara con las otras dos.
Pero vayamos a lo que importa de la película; las batallitas y los monstruos. La película empieza con la premisa con la que acabó la anterior; el dragón Smaug está a punto de arrasar la ciudad y Bardo el héroe tiene que frenarle. Vale, si esperabas una gran escena, olvídate, el dragón muere a los cinco minutos de empezar el film, dejándote con cara de gilipollas si realmente tenías alguna expectativa en cuanto a lo que podría ser la batalla contra él.
Después de que Galadriel lance un Kame y se convierta en la Bruja Avería (una especie de Super Guerrero para ella) ocurren algunas cosas que o bien no me enteré o bien estaba durmiendo y finalmente todos los ejércitos se agolpan frente al castillo con la intención de batallar entre si para, evidentemente, final unir sus fuerzas contra los orcos e ir a lo que da nombre a la película; la batalla.
Me fastidia que un cuento como el Hobbit tenga que ser adaptado de esta forma tan esperpéntica. Me fastidia sobre todo porque empezó bien con una correcta primera parte que te invitaba amablemente a vivir una deseable aventura en la Tierra Media, tan alejada del estrés que envuelve a El Señor de los Anillos. La segunda me pareció extender la historia en demasía para ganar más dinero, pero contando cosas medianamente interesantes. Sin embargo, esta parte... ¿Qué necesidad real había de hacerle una película propia a una batalla? ¿No se podría haber puesto al final de la película anterior? No era una pregunta retórica; sí, se podría haber puesto. Esta es la película que nunca debió estar ahí, que nunca debió existir y que si existe es porque tú te tienes que dejar unos euros en verla.
Y cuando se acaban los recursos que utilizar y no se puede o se quieren inventar más cosas, el chicle se alarga gracias a la intervención de un unicejo que pretende ser gracioso a pesar de dar miedo y que de vez en cuando se viste de mujer (sí, sí, hay un travesti en la película). Entre toma y toma de efectos descarada y burdamente infográficos (viejos luchando contra ninjas fantasma, por ejemplo), tenemos alguna escena del unicejo intentando hacer gracia junto a los refugiados del primer pueblo de la Tierra Media en ser globalizado (entre ellos hay negros y hasta una china, UNA CHINA) en una película que resulta corta si se la compara con las otras dos.
Pero vayamos a lo que importa de la película; las batallitas y los monstruos. La película empieza con la premisa con la que acabó la anterior; el dragón Smaug está a punto de arrasar la ciudad y Bardo el héroe tiene que frenarle. Vale, si esperabas una gran escena, olvídate, el dragón muere a los cinco minutos de empezar el film, dejándote con cara de gilipollas si realmente tenías alguna expectativa en cuanto a lo que podría ser la batalla contra él.
Después de que Galadriel lance un Kame y se convierta en la Bruja Avería (una especie de Super Guerrero para ella) ocurren algunas cosas que o bien no me enteré o bien estaba durmiendo y finalmente todos los ejércitos se agolpan frente al castillo con la intención de batallar entre si para, evidentemente, final unir sus fuerzas contra los orcos e ir a lo que da nombre a la película; la batalla.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La batalla me dio lo que esperaba, una sucesión de escenas sin lógica ni sentido, pero divertidas y hasta graciosas. Cada cosa que ves supera la anterior, llevando el delirio un poco más lejos. Si esperas una escena al estilo Abismo de Helm, te sentirás decepcionado, pero si buscas reírte como un descosido mientras ves a un enano luchando sobre un jabalí, a los protagonistas trotando la montaña a lomos de unas cabras o a un troll derribar un muro con un ariete improvisado justo antes de colapsar, esta es tu película.
A veces incluso parece una película de serie B hecha con cientos de millones, pero sin olvidar los clásicos trucos del subgénero. Por ejemplo, cuando Legolas (¿cuándo aprende a sonreir? ¿en algún momento entre esta trilogía y la siguiente?) para cruzar de una montaña a otra mata a un troll que luego se choca contra una torre que luego cae y que blablaba.
En fin, lo único que le reprocho es me haya intentado vender la película como una obra seria, especialmente con escenas interminables de drama que producen el efecto contrario al deseado, como la muerte del enano guapo -elfa llorando-enano muerto-elfa llorando-enano muerto-elfa llorando-enano muerto. En otras películas no te intentar vender lo que no es y te dicen desde el primer momento que lo que vas a ver es una comedia, aquí se obcecan en que creas que es un dramón cuando está a pocos gags de convertirse en una parodia de si misma
En definitiva; estamos ante la comedia del año, muchas risas, muchos efectos especiales chulos, ejércitos que aparecen de la nada, escenarios que surgen de la nada también, bichos graciosos, muertes originales de orcos, negros misteriosamente deslocalizados en un pueblo de blancos, una escena feminista que no pega ni con cola, un pastiche estético alejado de la coherencia de la trilogía original, efectos raros en las voces de los actores que surgen a veces incluso sin venir a cuento, mucho (muchísimo) CGI y algo de travestismo.
Mi recomendación para las mentes detrás de la película es que si planean hacer un remake de El Señor de los Anillos, que contraten a Almodobar para dirigirla y que Conchita Wurst sea Aragorn. Y mi recomendación para los fans de El Hobbit (si es que los hay) es que quiten algo de paja de la segunda parte, eliminen todas las escena del unicejo de esta y hagan su propia versión de El Hobbit 2 y El Hobbit 3 en una sola película. Descubriréis que 1- se podría haber hecho en sólo dos películas y 2- os han timado.
P.D.: Beorn sale cinco segundos, y creo que me sobra uno.
A veces incluso parece una película de serie B hecha con cientos de millones, pero sin olvidar los clásicos trucos del subgénero. Por ejemplo, cuando Legolas (¿cuándo aprende a sonreir? ¿en algún momento entre esta trilogía y la siguiente?) para cruzar de una montaña a otra mata a un troll que luego se choca contra una torre que luego cae y que blablaba.
En fin, lo único que le reprocho es me haya intentado vender la película como una obra seria, especialmente con escenas interminables de drama que producen el efecto contrario al deseado, como la muerte del enano guapo -elfa llorando-enano muerto-elfa llorando-enano muerto-elfa llorando-enano muerto. En otras películas no te intentar vender lo que no es y te dicen desde el primer momento que lo que vas a ver es una comedia, aquí se obcecan en que creas que es un dramón cuando está a pocos gags de convertirse en una parodia de si misma
En definitiva; estamos ante la comedia del año, muchas risas, muchos efectos especiales chulos, ejércitos que aparecen de la nada, escenarios que surgen de la nada también, bichos graciosos, muertes originales de orcos, negros misteriosamente deslocalizados en un pueblo de blancos, una escena feminista que no pega ni con cola, un pastiche estético alejado de la coherencia de la trilogía original, efectos raros en las voces de los actores que surgen a veces incluso sin venir a cuento, mucho (muchísimo) CGI y algo de travestismo.
Mi recomendación para las mentes detrás de la película es que si planean hacer un remake de El Señor de los Anillos, que contraten a Almodobar para dirigirla y que Conchita Wurst sea Aragorn. Y mi recomendación para los fans de El Hobbit (si es que los hay) es que quiten algo de paja de la segunda parte, eliminen todas las escena del unicejo de esta y hagan su propia versión de El Hobbit 2 y El Hobbit 3 en una sola película. Descubriréis que 1- se podría haber hecho en sólo dos películas y 2- os han timado.
P.D.: Beorn sale cinco segundos, y creo que me sobra uno.