Y lo digo sin acritud, aunque consciente de contravenir lo políticamente correcto. Y es que es eso, una retahila sin orden ni concierto de chistes de cuando aún no existían los gays. Es como un teatrillo de colegio de curas en el que a los alumnos más salidos les hubieran dado carta blanca para escribir y representar lo que se les hubiera ocurrido. Y no es porque uno no haya intentado justificar la película, pero es que no te deja la más mínima posibilidad. Y que conste que me gusta bastante el cine de Almodovar. No es cuestión de que me molesten sus temas o de que lo tenga esa manía persecutoria que le tienen algunos biempensantes trasnochados. "Mujeres..." me parece una comedia modélica y hay escenas de algunas de sus películas que me parecen antológicas. Pero bueno, no todo va a ser bueno, y esto no lo es. Conserva eso sí la estética del colorín, tan común a su obra y aparecen guiños a su cine (sobrecargo que "lo cuenta todo") que recuerdan a lo que hacía Martes 13 con las famosas empanadillas. No falta tampoco el homenaje a los mitos universales, lease parejita homo alejándose del brazo por la pista del aeropuerto, como Bogart y Renault en "Casablanca".