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Voto de burton:
10
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Aventuras. Drama
Crónica de los diversos avatares que precedieron al rodaje de "La reina de África", de John Huston. El director viajó a África con el pretexto de localizar los exteriores, pero, una vez allí, para desesperación del productor y el resto del equipo, resultó que su único y verdadero objetivo era cazar un elefante. (FILMAFFINITY)
8 de agosto de 2006
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine dentro del cine. En esta ocasión Eastwood se basa en el libro que escribió el guionista y escritor alemán Peter Viertel sobre sus experiencias con el cineasta John Huston en la antesala de la filmación de su obra maestra "La reina de África" (1953)....y de la que Viertel fue guionista... y el artífice del final de aquella obra pese a las testarudas reticencias de Huston a modificar si quiera un ápice del texto original...
Con una fotografía maravillosa a cargo de Jack N. Green, esta película guarda ciertas y evidentes similitudes formales con obras tales como "Memorias de áfrica", "La delgada Línea Roja" e incluso con la ambientación hemingwayna que a Huston tanto le gustaba imprimir a sus películas...
Escrito con un evidente propósito anticolonialista, en la película se alude de forma directa a la situación de Europa después de la segunda gran guerra y al proceso de descolonización que se estaba gestando a lo largo de todo el continente africano, y todo ello con el poético o lírico trasfondo de la libertad de movimientos y de conciencia de un director con fama de polemista y con cierta predisposición a la autodestrucción. De ahí tal vez su gusto por las situaciones violentas...
Para no perjudicar los derechos de autor, Eastwood puso nombres ficticios a los personajes reales. Así John Huston fue rebautizado como John Wilson (interpretado por un Eastwood distinto). Peter Viertel fue rebautizado como Peter Verrill (Jeff Fahey), Katherine Hepburn como Kay Gibson (Marisa Berenson) y Humphrey Bogart como Phil Duncan acompañado en todo momento por una Lauren Bacall inseparable como señora Duncan.
Dos años después de su aclamada Bird, Eastwood retomaba la antorcha con otra película de esas que marcaban la pauta. Posteriormente vendrían sus obras definitivas, aquellas que le valdrían ser considerado como el "último grande entre los vivos".
Como si de una obra de Joseph Conrad e incluso de Hemingway se tratara, así se mueve de ágil la cámara de este cineasta de áspera exquisitez, adusto en sus formas y directo en su forma de ver la vida. Como ese mismo Wilson que la película nos retrata...porque, ¿acaso no se ve reflejado él mismo también en dicho personaje?.
Júzgala tú mismo.
Con una fotografía maravillosa a cargo de Jack N. Green, esta película guarda ciertas y evidentes similitudes formales con obras tales como "Memorias de áfrica", "La delgada Línea Roja" e incluso con la ambientación hemingwayna que a Huston tanto le gustaba imprimir a sus películas...
Escrito con un evidente propósito anticolonialista, en la película se alude de forma directa a la situación de Europa después de la segunda gran guerra y al proceso de descolonización que se estaba gestando a lo largo de todo el continente africano, y todo ello con el poético o lírico trasfondo de la libertad de movimientos y de conciencia de un director con fama de polemista y con cierta predisposición a la autodestrucción. De ahí tal vez su gusto por las situaciones violentas...
Para no perjudicar los derechos de autor, Eastwood puso nombres ficticios a los personajes reales. Así John Huston fue rebautizado como John Wilson (interpretado por un Eastwood distinto). Peter Viertel fue rebautizado como Peter Verrill (Jeff Fahey), Katherine Hepburn como Kay Gibson (Marisa Berenson) y Humphrey Bogart como Phil Duncan acompañado en todo momento por una Lauren Bacall inseparable como señora Duncan.
Dos años después de su aclamada Bird, Eastwood retomaba la antorcha con otra película de esas que marcaban la pauta. Posteriormente vendrían sus obras definitivas, aquellas que le valdrían ser considerado como el "último grande entre los vivos".
Como si de una obra de Joseph Conrad e incluso de Hemingway se tratara, así se mueve de ágil la cámara de este cineasta de áspera exquisitez, adusto en sus formas y directo en su forma de ver la vida. Como ese mismo Wilson que la película nos retrata...porque, ¿acaso no se ve reflejado él mismo también en dicho personaje?.
Júzgala tú mismo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En Londres, el director John Wilson está ultimando los preparativos para su inminente marcha al continente africano, donde se propone rodar una película de aventuras entre una dama religiosa y un hombre con espíritu aventurero...
Paul Landis es su productor, y está más que preocupado por la marcha de los acontecimientos y porque es consciente del difícil carácter de este director norteamericano asentado en londres desde casi el inicio de la segunda guerra mundial.
Tal vez por ello ha contratado como guionista a Paul Verril, un judío,amigo de confianza de Wilson que le haga entrar en razón al díscolo cineasta.
Los propósitos del cineasta van más allá del rodaje de una sencilla película de aventuras ñoñas en el continente africano... sus planes están más próximos de realizar una especie de safari y dar caza al animal más majestuoso y raro de este planeta, del que prácticamente ya nada queda de épocas anteriores...el elefante.
Verril se convierte en su confidente y compañero de aventuras durante su azarosa estancia en África... Sólo cuando observa la pertinaz obstinación de su colega y amigo Wilson se plantea dudar de la nobleza de su carácter... A sus ojos se ha convertido en una especie de alma solitaria egoísta y despótico con el resto de sus compañeros...
Wilson absorto en sus pensamientos retratando a lápiz a sus interlocutores, sobre todo cuando resultan molestos; como la señora Margaret y su profeso antisemitismo, o el director del hotel Victoria y su intolerante racismo...
Un paseo vertiginoso por los aires africanos en una vetusta avioneta conducida por un díscolo personaje llamado Hod...
Además Wilson no parece cejar en sus planes de no modificar el final tan catastrofista de la cinta pese a las advertencias de todo el mundo y en especial de su amigo Verrill.
Un guía negro, Kivu, es matado justo en el momento decisivo de "entrar a matar"...
En el poblado entonan ritmos de percusión y cantos plañideros por la muerte de Kivu.
El aventurero Ongiylvy explica a Wilson que dichos cantos siempre empiezan con las mismas palabras inalteradas de siempre: "...cazador blanco, corazón negro...".
Sólo entonces y minutos antes de que Wilson diga el ritual "acción" de inicio de la película, accederá a cambiar un final tan derrotista. Ha sido un golpe demasiado duro como para teñir la vida aún más de negro.
I N D I S P E N S A B L E.
Paul Landis es su productor, y está más que preocupado por la marcha de los acontecimientos y porque es consciente del difícil carácter de este director norteamericano asentado en londres desde casi el inicio de la segunda guerra mundial.
Tal vez por ello ha contratado como guionista a Paul Verril, un judío,amigo de confianza de Wilson que le haga entrar en razón al díscolo cineasta.
Los propósitos del cineasta van más allá del rodaje de una sencilla película de aventuras ñoñas en el continente africano... sus planes están más próximos de realizar una especie de safari y dar caza al animal más majestuoso y raro de este planeta, del que prácticamente ya nada queda de épocas anteriores...el elefante.
Verril se convierte en su confidente y compañero de aventuras durante su azarosa estancia en África... Sólo cuando observa la pertinaz obstinación de su colega y amigo Wilson se plantea dudar de la nobleza de su carácter... A sus ojos se ha convertido en una especie de alma solitaria egoísta y despótico con el resto de sus compañeros...
Wilson absorto en sus pensamientos retratando a lápiz a sus interlocutores, sobre todo cuando resultan molestos; como la señora Margaret y su profeso antisemitismo, o el director del hotel Victoria y su intolerante racismo...
Un paseo vertiginoso por los aires africanos en una vetusta avioneta conducida por un díscolo personaje llamado Hod...
Además Wilson no parece cejar en sus planes de no modificar el final tan catastrofista de la cinta pese a las advertencias de todo el mundo y en especial de su amigo Verrill.
Un guía negro, Kivu, es matado justo en el momento decisivo de "entrar a matar"...
En el poblado entonan ritmos de percusión y cantos plañideros por la muerte de Kivu.
El aventurero Ongiylvy explica a Wilson que dichos cantos siempre empiezan con las mismas palabras inalteradas de siempre: "...cazador blanco, corazón negro...".
Sólo entonces y minutos antes de que Wilson diga el ritual "acción" de inicio de la película, accederá a cambiar un final tan derrotista. Ha sido un golpe demasiado duro como para teñir la vida aún más de negro.
I N D I S P E N S A B L E.