Sobre un texto de Stephen King, De Palma ideó este canto desesperanzado a la venganza.

Desde un ambiete opresivo, la protagonista (genial Sissy Spacek) despierta a la vida justo el día en que empieza a menstruar por vez primera ante las continuas burlas de los perversos compañeros de escuela (los niños, esos pioneros de los traumas infantiles. ¿Quién osa decir que el hombre es bueno por naturaleza?).

Además criarse en un ambiente tan vilmente ultraconservador no ayuda a la pequeña Carrie a integrarse en la colectividad humana.

¿Ayuda esta película a mantener la esperanza en la raza humana, cuando vemos que salvo la profesora de gimnasia el resto del mundo se toma a guasa a la "extraña" Carrie?.

La venganza es también un vicio ancestral congénito al ser humano, lo cual redunda aún más en la perversidad del género humano. De hecho ni siquiera Carrie la que se supone más caritativa tiene piedad.

Sinfonía de la destrucción con ciertos toques gore-sangrientos.

Recomendable para los cinéfilos de este tipo de cine. Que los hay y a patadas.