De entrada la idea de parodiar una película no es mala. Ahora bien, primero hay algunas más imitables que otras y me temo que "Top Gun" (1986) no es muy idónea para esta labor, por mucho éxito comercial que fuese, que lo fue. Y segundo, basarse los 85 minutos, aunque sean pocos, en un único título es agotador, aunque haya guiños a otros clásicos como "Rocky" (1976), "Superman" (1978), "Nueve Semanas y media" (1986) o "Bailando con Lobos" (1990). Dicho esto, el talento cómico bien puede suplir estas dificultades como otras pero la gracia de "Hot Shots!", basada principalmente en el humor absurdo, que es lo mismo que ir colocando paridas tras parida, es intermitente y escasa, aunque admito que de vez en cuando algunos de sus gags te arrancan alguna sonrisa y hasta si te sueltas, tres o cuatro risas cortas.

Voy a decir una cosa que es muy atrevida. La comedia pura, es decir, ni romántica ni de acción, es un género que por regla general ha mejorado en los últimos años, al menos respecto a los años 70, 80 y 90. Es cierto que hay notables excepciones, que superan a las actuales, estoy pensando en las de Woody Allen, "¿Qué me pasa doctor?" (1972) o "Dos tontos muy tontos (1994), la saga de "Agárralo como puedas" es más igualable, pero también que se encuentra trabajos como el presente de una calidad bastante bajo, que sin embargo cosecharon un notable éxito comercial. O bien es que el sello Jim Abrahams está terriblemente sobrevalorado o es que ha envejecido fatal. O bien uno se olvido de los bodrios contemporáneos para acordarse de los títulos más risibles. Ya seguiré meditando sobre esta hipótesis de trabajo.