Hacemos un alto en el mundial de fútbol para volver al cine, en este caso con una película un poco rara, teniendo en cuenta que se trata de una comedia y que su director es Martin Scorsese, que no se ha prodigado mucho en este género. El caso es que no sé muy bien de qué va "El rey de la comedia", de hecho tenía en mente algo muy diferente, y durante la primera media hora el largometraje no acaba de aclararlo pero una vez se sosiega, va ganando enteros, con una trama que pese a contar con un punto algo surrealista, se sigue con creciente interés. Ayuda un Robert De Niro muy solvente y un Jerry Lewis con una sobriedad que creíamos imposible en este actor.

Sea como fuere, la película por momentos es graciosa, aunque tampoco se puede considerar que sea divertida, y te hace pensar sobre su verdadero significado. Creo que más que una crítica al éxito a toda costa, a la fama y al sensacionalismo, es precisamente una vuelta de tuerca más al viejo sueño americano, algo así como "persigue tus sueños hasta conseguirlos". Y eso es lo bueno. Sin embargo, la película comienza de forma endeble, hay una mala presentación de los personajes, falta muchísimo background, tanto que es difícil entender ciertas relaciones o situaciones de tal modo que se las ve artificiales, y termina por dar un mensaje confuso que te deja un poco frío.