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Voto de Reaccionario:
5
Drama Daniel Larusso llega a Los Ángeles procedente de la costa Este de Estados Unidos dispuesto a hacer nuevos amigos. Sin embargo, se convierte en el blanco de los ataques de los Cobras, un hostil grupo de estudiantes de kárate, cuando comienza a salir con Ali, la antigua novia del cabecilla del grupo. En tal situación, no tiene más remedio que pedirle ayuda a Miyagi, un maestro de artes marciales, para que le enseñe kárate. Bajo la tutela ... [+]
7 de octubre de 2013
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Karate Kid" tiene el grave inconveniente que para ser una película de artes marciales, cuenta con un protagonista que no tiene ni pajolera idea. Observad que ni siquiera sabe ponerse en guardia, optando por una especie de tembleque que me recuerda más a las poses de Chiquito de la Calzada que a un luchador de verdad. El golpe de la grulla no es sólo patético sino que es casi imposible golpear a alguien con él. Ni siquiera tiene cuerpo pues Ralph Macchio es un tirillas. Acostumbrado en mi niñez al portento de un Bruce Lee o un Van Damme, esta carencia es la que me ha hecho siempre ver "Karate Kid" con enorme desconfianza tirando a risa, aunque reconozco que las pelea son bastante realistas dado este problema. Por cierto, el que sabe pelear aquí, es un tal Darryl Vidal, el contrincante en semifinales de John Lawrence (William Zabka), cuya primera aparición, explosiva y llena de agilidad, delata que está muy por encima del resto, siendo el único, junto a otro muchacho, cinturón negro.

Dicho lo cual, si en la parte estrictamente de artes marciales es más bien mediocre, en la otra, medio drama, medio comedia romántica juvenil, cumple. Incluso con todos sus defectos, a los niños y a los más crecidos les puede emocionar este curioso entrenamiento al que somete Miyagi (Pat Morita) a su alumno Daniel Larusso (Ralph Macchio), fantasioso pero con cierta base. Mientras otros se preocupan en enseñar a pegar, él se conforma con lo básico, los movimientos, los bloqueos y sobre todo, la capacidad mental, el equilibrio. Como le dice, lo que se aprende con el karate es una lección que sirve para la vida corriente. No está mal, pero me interesa más este extraño romance con una Ali (Elisabeth Shue) no sólo más que mona, animadora por supuesto, sino encantadora y de buena posición. No me cae mal este Daniel ni es feo pero ¿no hay nadie que se pirre por sus huesos en ese exclusivo club y que no sea malo? No sé, no me creo mucho la historia. Veremos a ver que pasa en las secuelas.
Reaccionario
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