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Voto de Xiry:
7
7,5
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Drama
Al este de Japón, en la zona que posee el paisaje más bello del país, en un pequeño islote vive una familia: los padres y sus dos hijos. Llevan una vida sencilla y austera debido a la escasez de agua y víveres. A pesar de ello son felices. Pero, un día, la desgracia llega a la isla y afecta duramente a la familia, que luchará silenciosa y resignadamente contra los elementos de la naturaleza. Un drama sin diálogos, en el que la imagen ... [+]
27 de julio de 2011
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al leer esa sinopsis lo normal es esperar ver a una familia y su vida en la isla, y no pienso engañar a nadie, es exactamente eso lo que ocurre. Cuando uno se decide por ver esta, o este tipo de películas lo suyo es, como digo yo, ponerse el "chip" adecuado. No se puede esperar más de lo que da, así que lo que hay que hacer es proponerse ver la película, sin querer nada especial, solo lo que dice la sinopsis. Pero, ¿como decirlo? eso es simplemente lo que la hace especial. Fui a verla pensando en un rollo potencial o tal vez algo sobrellevadero que poder comentar haber visto al finalizar y me dio mucho más.
Empieza con una presentación de lo que es la película, pero, ¡espera! si casi toda la película va a ser así. Eso no es una presentación normal, la película ya ha empezado, ya puedes ver como coge forma ella sola. Miras los personajes que salen, miras la isla (que es una birria), miras el mar, miras la costa y no hay más para ver. Aunque eso sí, te queda observar, dejar de mirar solo con un movimiento vacío de ojos y empezar a sentir con la vista y con los oídos; con estos más ligeramente, recordando que la película es sin diálogos, sólo unas palabras sueltas de niños en una escuela o gritos y risas.
Estos personajes que aparecen transportan alimento a su isla, tarea de la que no hay preocupación al perderse algo, pues es repetida varias veces y, extraña pero mágicamente, sin llegar a cansar. Ese es el medio de vida, coger la barcucha y trasladarse de la isla más grande, ya con un pueblo, a su islote, donde habita nuestra familia, con a penas una casa, pero eso sí, bien aprovechada en cuanto a conreo. En nuestra familia (nuestra por llamarlos cariñosamente) encontramos a un padre y una madre encargados de la mayoría de quehaceres y unos chiquillos de apenas digamos 6 y 8 años, tan serviciales y eficientes personajes como los que más.
Y la película sigue y sigue mostrándonos sus vidas, o más bien su vida, ya que existen prácticamente al unísono, con sus idas y venidas, sus tratos con el pueblo y su convivencia, divertida a ratos, más dura a otros; sin mediar palabra, ¿para qué? ya se ve todo, no le tiene que decir al hijo si ha ido bien la búsqueda de agua porque lo ve al venir. Eso me ha abierto otro punto: el llevar el agua puede convertirse en una tarea de tensión absoluta a manos del director Kaneto Shindô, pues el subir hasta su casa con los barriles, uno a cada lado, llenos de agua, resulta un conjunto de escenas largas e increíblemente llamativas, estremecedoras al saber que si se derrama, habrá que volver a la isla grande a por más.
Sigo en Spoiler por falta de espacio, no hay peligro.
Empieza con una presentación de lo que es la película, pero, ¡espera! si casi toda la película va a ser así. Eso no es una presentación normal, la película ya ha empezado, ya puedes ver como coge forma ella sola. Miras los personajes que salen, miras la isla (que es una birria), miras el mar, miras la costa y no hay más para ver. Aunque eso sí, te queda observar, dejar de mirar solo con un movimiento vacío de ojos y empezar a sentir con la vista y con los oídos; con estos más ligeramente, recordando que la película es sin diálogos, sólo unas palabras sueltas de niños en una escuela o gritos y risas.
Estos personajes que aparecen transportan alimento a su isla, tarea de la que no hay preocupación al perderse algo, pues es repetida varias veces y, extraña pero mágicamente, sin llegar a cansar. Ese es el medio de vida, coger la barcucha y trasladarse de la isla más grande, ya con un pueblo, a su islote, donde habita nuestra familia, con a penas una casa, pero eso sí, bien aprovechada en cuanto a conreo. En nuestra familia (nuestra por llamarlos cariñosamente) encontramos a un padre y una madre encargados de la mayoría de quehaceres y unos chiquillos de apenas digamos 6 y 8 años, tan serviciales y eficientes personajes como los que más.
Y la película sigue y sigue mostrándonos sus vidas, o más bien su vida, ya que existen prácticamente al unísono, con sus idas y venidas, sus tratos con el pueblo y su convivencia, divertida a ratos, más dura a otros; sin mediar palabra, ¿para qué? ya se ve todo, no le tiene que decir al hijo si ha ido bien la búsqueda de agua porque lo ve al venir. Eso me ha abierto otro punto: el llevar el agua puede convertirse en una tarea de tensión absoluta a manos del director Kaneto Shindô, pues el subir hasta su casa con los barriles, uno a cada lado, llenos de agua, resulta un conjunto de escenas largas e increíblemente llamativas, estremecedoras al saber que si se derrama, habrá que volver a la isla grande a por más.
Sigo en Spoiler por falta de espacio, no hay peligro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y es que, a pesar de parecer en un principio lo que podría ser un falso documental, La isla desnuda se convierte en un gran ejercicio de buen cine, solo hay que leer lo que acabo de decir: casi toda la película parece un documental. Por su verosimilitud, por sus actuaciones que me presentaban tres opciones: o bien era un documental (había visto que no) o bien era un papel muy fácil de interpretar o los actores lo bordaban, la pregunta me dejó tan confuso que tuve que comprobar más tarde si esos eran actores de verdad (luego por lo visto el hombre es un continuo colaborador de Shindô en películas más conocidas como Onibaba o El gato negro) y también ayuda a que me parezca lo dicho, una especie de documental, la fotografía muy natural. Pero las magnificencias no terminan, ya que también cuenta con una banda sonora, que sinceramente ahora sabría recordar -y vete tu a saber cuando podré- pero sí que recuerdo que era perfecta para el momento y que un tipejo que tenía al lado no paraba de tratar de tararearla o silbarla.
Más detalles del argumento serían comentarios absurdos si ya han entrado ganas de verla y, si no, tampoco lo harán con eso, por lo tanto solo me queda destacar el último tramo, el motivo por el que había un "casi" delante algunos de los "toda la película". Al verse ya se dará la cuenta de cual es el momento, deja de darnos la lección documental y aparece el atisbo de ficción, que puede descolocar un poco, pero en realidad le hacía falta para no caer en la monotonía hacia la que iba si no venía el cambio, el cambio que en ese momento la diferencia de lo que habíamos visto hasta entonces y que veremos como se desenvolupará en ese momento, otro muy bien llevado.
Así que no, nadie debe esperar un disfrute por todo lo alto, es una película con sencillez que si somos hábiles nos dará lo que promete y si no nos dará lo que a simple vista ofrece. Una película para atreverse y salir satisfecho, una película diferente sin necesidad de innovar, no hará las delicias de nadie que no lo quiera encontrar, pero al menos será una película difícil de olvidar.
Más detalles del argumento serían comentarios absurdos si ya han entrado ganas de verla y, si no, tampoco lo harán con eso, por lo tanto solo me queda destacar el último tramo, el motivo por el que había un "casi" delante algunos de los "toda la película". Al verse ya se dará la cuenta de cual es el momento, deja de darnos la lección documental y aparece el atisbo de ficción, que puede descolocar un poco, pero en realidad le hacía falta para no caer en la monotonía hacia la que iba si no venía el cambio, el cambio que en ese momento la diferencia de lo que habíamos visto hasta entonces y que veremos como se desenvolupará en ese momento, otro muy bien llevado.
Así que no, nadie debe esperar un disfrute por todo lo alto, es una película con sencillez que si somos hábiles nos dará lo que promete y si no nos dará lo que a simple vista ofrece. Una película para atreverse y salir satisfecho, una película diferente sin necesidad de innovar, no hará las delicias de nadie que no lo quiera encontrar, pero al menos será una película difícil de olvidar.