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España España · Barcelona
Voto de David MS:
4
Terror. Thriller. Intriga Una extraña e inexplicable oscuridad se apodera de un pequeño pueblo, cuyos habitantes empiezan a desaparecer. Un grupo de supervivientes intenta salvarse refugiándose en una taberna, pero no es ése el lugar más adecuado. (FILMAFFINITY)
30 de septiembre de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hasta ahora la carrera como director de Brad Anderson me había resultado interesante, aunque ninguna de sus películas me había parecido una maravilla, entre ellas Session 9, El Maquinista o Transsiberian, todas ellas buenas propuestas, pero que pertenecen a esa clase de largometrajes que una vez vistos no vuelves a recordar salvo por algún detalle (en el caso de El Maquinista, la interpretación y transformación física de Christian Bale). En Vanishing on the 7th Street la cosa no solo no cambia sino que va a peor.

Vanishing on 7th Street es su nueva película, presentada en el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya de 2009 (más conocido entre los de a pie como Festival de Sitges), donde pasó bastante desapercibida. En su reparto caras conocidas como Hayden Christensen, Thandie Newton y John Leguizamo, intérpretes que tuvieron días mejores, algo perdidos en el ‘Star-System’ del cine USA actual, lo que hace que se entienda que Vanishing no haya tenido prácticamente distribución alguna.

Viendo la trama se puede decir que Vanishing es un capítulo de The Twilight Zone alargado hasta la hora y media. El guión es bien simple: cuatro personajes encerrados en un bar intentando sobrevivir a unos seres ocultos en la oscuridad que han absorbido a toda la ciudad de Detroit. Allí conoceremos sus orígenes y veremos el habitual desarrollo de los personajes típico de estas películas de supervivencia, solo que en Vanishing todo este desarrollo lleva a ninguna parte (nunca mejor dicho).

No hay nada realmente malo en Vanishing on 7th Street, no está mal realizada, ni mal interpretada, la fotografía no está mal, pero es que tampoco hay mucho que destacar en ella. El mayor problema es sin duda el guión de Anthony Jaswinski, que simplemente queda en premisa. Nunca se nos da una explicación sobre qué es lo que pasa excepto a través de una leyenda que cuenta el personaje de Paul (Leguizamo). No he pensado nunca que en las películas se nos haya que dar explicaciones de todo lo que sucede y que sea obligatorio el no dejar cabos sueltos, pero puesto que no nos van a contar nada, lo mínimo que se puede pedir es que pase algo en pantalla, y es que, una vez que todos los personajes se encuentran en el bar, no pasa nada el resto de la película hasta el desenlace, que tampoco es que sea como para tirar cohetes.
David MS
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